Agencias
Justo un año después de la llegada de Lionel Messi a la Major League Soccer (MLS) y a solo dos años del Mundial de 2026, Estados Unidos vive una auténtica revolución futbolística. La Copa América 2024 marca un nuevo hito para el país, que ha experimentado un notable crecimiento en la popularidad y calidad del fútbol en los últimos tiempos.
En diciembre pasado, Don Garber, comisionado de la MLS, celebró en su tradicional encuentro anual con los medios de comunicación un año histórico para el fútbol en Estados Unidos. Garber reconoció que la llegada de Messi al Inter Miami ha sido un regalo, pero también una enorme responsabilidad. “El mercado del fútbol en Estados Unidos va a estar expuesto a la comunidad global del fútbol. Esa es la presión que tenemos ahora para asegurarnos de cuál es el producto que podemos entregar”, afirmó.
La presencia de Messi, junto con eventos como la Copa América 2024, el Mundial ampliado de clubes de la FIFA en 2025 y el Mundial de 2026, ha colocado a Estados Unidos en el centro del fútbol mundial. Estos acontecimientos han sido cruciales para un país que durante décadas ha luchado por hacer del fútbol un deporte relevante, compitiendo con la NFL, la NBA, la MLB y la NHL.
La “Messimanía” ha tenido un impacto significativo, con camisetas rosas del Inter Miami convirtiéndose en una vista común en las calles y estadios llenos para ver a Messi jugar. Además, la MLS ha atraído a jugadores talentosos y jóvenes como Thiago Almada, Juan Camilo “Cucho” Hernández y Hirving Lozano, quienes ven la liga como una plataforma de crecimiento y no solo un lugar para retirarse.
El crecimiento del fútbol en Estados Unidos también se refleja en la popularidad de las giras de pretemporada de equipos europeos, con eventos como los clásicos amistosos entre Real Madrid y Barcelona. Estos partidos han atraído a grandes multitudes y han aumentado el interés en el fútbol en todo el país.
Además de la MLS, el fútbol femenino en Estados Unidos sigue evolucionando. La NWSL ha incorporado dos nuevos equipos este año, Bay FC y Utah Royals, y ha inaugurado el primer estadio diseñado exclusivamente para el fútbol femenino, el CPKC Stadium en Kansas City.
A pesar del reciente fracaso en el Mundial femenino de 2023, la selección de EE.UU. sigue siendo una potencia mundial. Sin embargo, la selección masculina enfrenta desafíos, especialmente tras un empate 1-1 con Brasil y una humillante derrota 1-5 ante Colombia. Con el Mundial de 2026 a la vuelta de la esquina, hay presión para mejorar el rendimiento y aprovechar el impulso generado por la llegada de Messi y la organización de la Copa América.