San Fernando, Tam. – El mundo de la cultura local se vio trastocado en los últimos días, luego de la mala experiencia del profesor y cronista sanfernandense Jesús Gracia Padilla, quien fue humillado por el director de Investigaciones de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Octavio Herrera Pérez.
Esto se dio cuando el conocido escritor sanfernandense trató de comunicarse vía telefónica con el director de Investigaciones de la UAT, para saludarlo y conocer las impresiones sobre San Fernando.
“No me esperaba tal despliegue de arrogancia y altanería de una persona tan culta, que además me ninguneó y me humilló como persona y como cronista de San Fernando”, denunció el conocido profesor y escritor, quien tiene en su haber cinco libros.
“Mi llamada a Octavio Herrera era con el fin de conocer su impresión sobre San Fernando, y al mismo tiempo, aportar mi contribución y mi conocimiento sobre mi pueblo; pero me topé con un despliegue innecesario de arrogancia, que cambió radicalmente la imagen que tenía de ese señor”, indicó.
“Quizo socavar mi autoridad como cronista y mi autoestima como persona, pues tú y todo mundo sabe que he sido muchos años cronista de mi pueblo, reconózcanme o no las autoridades locales, pues he escrito e investigado mucho sobre San Fernando y municipios de la región; la información histórica y gráfica que tengo, nadie la tiene.
Según comentó Jesús Gracia Padilla, el escritor Octavio Herrera también intentó opacar su trayectoria, a manera de presunción, con un libro que escribió sobre San Fernando, una obra escrita casi a la carrera y de última hora en la administración de Gabriel de la Garza Garza.
Aparentemente, por las condiciones en que se escribió, el libro nunca fue presentado formalmente en San Fernando, ni por Octavio Herrera ni por el doctor Gabriel de la Garza y los volúmenes se quedaron archivados quién sabe en dónde, porque muy pocos conocen esa obra escrita allá por el año 2001.
“Lo que tengo que añadir de esta desafortunada experiencia es que agradezco la educación y gentileza de la secretaria que atendió mi llamada, pero no la actitud pedante y arrogancia de Octavio Herrera, quien no solo ninguneó mi trabajo como cronista e investigador de mi pueblo, sino que quiso socavar mi autoestima “, agregó el profesor y escritor sanfernandense.