Por Oscar Díaz Salazar
“Punto Tamaulipas” es el nombre de la nueva ocurrencia del secretario de turismo del gobierno del Estado, Benjamín Hernández Rodríguez, de oficio trepador profesional y además conocedor de los secretos de la montaña.
A semejanza de la Feria y Exposición que año con año organiza (y paga) el gobierno de Tamaulipas, para el disfrute de los victorenses, el espacio inaugurado la semana pasada, en una área del Centro Cultural Tamaulipas, albergará los objetos, conceptos, artesanías, espectáculos, mercancías, tangibles e intangibles, que tengan a bien enviar, montar y pagar los gobiernos municipales de la provincia tamaulipeca, es decir, de los 42 municipios que no tienen la fortuna de ser la capital.
La iniciativa del trepador que cobra como Secretario de Turismo, es una prueba más de la visión centralista que se tiene en este gobierno, y en la sociedad privilegiada por esta administración, y por todas las que le antecedieron.
La iniciativa Punto Tamaulipas puede tomarse como una propuesta para la recreación de los victorenses, pero difícilmente puede considerarse como una acción en pro del turismo, si lo vemos desde la perspectiva de que el turismo es una actividad económica, que para su realización implica una derrama económica, de individuos que no residen en forma permanente en el sitio de la compra, atención, consumo, pernocta, etc.
Si tuviera oportunidad de dialogar con el titular de turismo le preguntaría: ¿A que mercado se pretende llegar?, ¿Se busca que los miles de visitantes de Victoria también visiten otras ciudades del Estado?, ¿Qué acciones ha realizado la oficina a su cargo fuera de Ciudad Victoria?, ¿Qué beneficio obtiene el municipio que expone en Punto Tamaulipas?, ¿Conoce la diferencia entre recreación y turismo?, ¿Pretende ofrecer una alternativa para los visitantes de la capital, pagada por los municipios de la provincia?, ¿Pretende incentivar la visita de los victorenses a la provincia tamaulipeca?, ¿No le parece que llevar diversión a los victorenses es tarea de otras dependencias, como el instituto de cultura o el ayuntamiento?, Si quiere favorecer a los victorenses ¿No era más útil abrir un espacio en la frontera, en Tampico, en Monterrey o en CDMX, para mostrar las bondades y atractivos de Ciudad Victoria? ¿No le parece que el fomento al turismo es una tarea sería, y por supuesto más complicada que trepar los cerros?