Una dispareja contienda
José Ángel Solorio Martínez
¿Tiene posibilidades de ser candidato a la presidencia de la república, Francisco García Cabeza de Vaca por el PAN?
Sí; sí las tiene.
¿Podría ganar, como candidato la presidencia de la república?
No, no podría.
¿Entonces?
¿Cuál es su plan de salir al escenario como aspirante vestido de azul?
Sencillo: busca impunidad.
Miles de millones de pesos, fueron manejados en forma irresponsable -acaso ilegal- por él y su equipo. Dejaron tantas huellas de sus estropicios, que sólo la ingenuidad del equipo jurídico del gobernador, Américo Villarreal Anaya, les ha permitido seguir en libertad y sin ser sujetos a proceso por tan evidentes excesos.
Entra a un proceso interno de su partido y su coalición, para intentar lavarse la cara. Complicadísimo, en estos momentos: los precandidatos panistas ya están anotados y todos, mostrando mayor fuelle y potencia que el reynosense.
¡Hasta Lily Téllez, trae más consensos!
Cabeza de Vaca, tira piedras a las águilas para pegarle a las lagartijas: va por la presidencia, para imponer en Tamaulipas, candidatos de mayoría y plurinominales, en las alcaldías, senadurías, diputaciones locales y federales.
A la vez, achica a sus adversarios al interior del PAN tamaulipeco; éstos, no han podido reaccionar y vincularse con los factores nacionales de ese partido, dejando solo a su exgobernador.
Su emergencia en la coyuntura nacional, a la vez, es la búsqueda de protección de la Nomenklatura azul para continuar el saqueo que como gobernador instrumentó.
Ya midió y olfateó el miedo que le profesa la IV T tamaulipeca.
Sus representantes en los organismos autónomos, en los cuales destaca la súper Fiscalía, se amacizan en sus cargos: no sólo tienen un padrino que juega en grandes ligas; también, cuentan con un Poder judicial afecto a decidir en función de intereses económicos y no en apego a los principios de justicia.
De otra manera: el regreso de CdeV, complica a Villarreal Guerra su real posicionamiento como gobernador.
Es una fórmula sin dudas: a mayor poder del exgobernador, menor poder de AVA.
Lo más trágico para la sociedad tamaulipeca, es la ausencia de planes de la IV T para cumplir los deseos de justicia de unas mayorías saqueadas y vituperadas por un actor que se mofa de la autoridad.
No sólo es la osadía del ex gobernador, lo que golpea al gobernador; es también, la ausencia de un equipo jurídico que ponga orden en un sistema tan grotesco como disfuncional: o cómo explicar, que se exponga el Primer Informe de gobierno, ¡cuando no se ha autorizado y publicado el Plan Estatal de Desarrollo!
¿En qué país, en que estado, en qué municipio, en que ejido se puede presenciar tal barbaridad?
“Van llegando”, dijeron sus defensores hace seis meses.
Llegaron en junio del 2022, y siguen en lo mismo.
Atanasia Contreras y su consorte Jorge Luis Beas, no han mostrado más que impericias.
¿Podrán Atanasia y Beas, frenar las marrullerías de Javier Coello Trejo, Roberto Gil Zuarth y Alfonso Aguilar Zínser?
Está muy dispareja la contienda.
Dios agarre confesados a los tamaulipecos.