La deuda de MORENA con Gustavo
José Ángel Solorio Martínez
Mucho le debe MORENA al dirigente del Movimiento Ciudadano en Tamaulipas, Gustavo Cárdenas Gutiérrez. Su papel como legislador en la actual Legislatura, ha sido fundamental para romper con la hegemonía del PAN, primero, en pleno reinado como gobernador de Francisco García Cabeza de Vaca, y luego -tras haber sido menguada la mayoría morenista- apuntalar el regreso de los guindos al manejo de las instancias de gobierno de la Cámara de diputados, hace sólo unos días.
En este vaivén partidista en el parlamento tamaulipeco, Gustavo ha sido fundamental.
Hasta hoy, muy poco se ha reconocido su aporte a las intensas batallas por el control del Congreso.
Adversario de Cabeza de Vaca desde la campaña electoral por la gubernatura en la cual triunfó el reynosense, el ex alcalde victorense, Cárdenas Gutiérrez sufrió persecución y hostigamiento de parte de la administración gubernamental del reynosense.
(En uno de los últimos arranques como gobernador, Cabeza de Vaca, ordenó la clausura de varios negocios del representante naranja en el estado).
No es exagerado, afirmar que GCG se convirtió en el principal soporte de la bancada de MORENA, tanto en la tribuna como en las votaciones. Su relevancia se agrandó, con la traición de varias diputadas morenistas que decidieron irse a los brazos de Cabeza de Vaca olvidando principios y cambiándolos por monedas.
Las intervenciones en tribuna del dirigente emecista, resultaron valiosas en tanto sumó combatividad y dureza a la posición de los morenistas que se vieron acorralados por la traición y por las presiones de todo tipo del entonces gobernador.
El voto del representante del MC en las plenarias del Congreso, se potenció. En algunas votaciones, operó como el fiel de la balanza en las votaciones.
Su paso por diversos cargos políticos, también fortaleció a la bancada de MORENA. Con una trayectoria en múltiples cargos de representación popular -senador de la república, diputado federal, alcalde, diputado local y regidor- sumó experiencia a un grupo parlamentario guindo que en muchos debates se vio pequeño ante el autoritarismo de un panismo que les hacía montón con la mano del gobernador.
Los amargos días de los diputados de MORENA, tras la pérdida de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), y la embestida que vivieron a consecuencia de ello, fueron atemperados -en parte- por la unidad mostrada por GCG.
Cárdenas Gutiérrez, venía de una experiencia similar: el enfrentamiento desde la alcaldía de ciudad Victoria, contra el gobernador, Manuel Cavazos Lerma, en los años 90. Los diputados lopezobradoristas, apenas iniciaban sus carreras políticas; las confrontaciones que conocían, eran con incipientes caciquillos e invertebrados alcaldes. Nada mal, pero insuficientes medallas, como para subir al ring con un peleador de callejón como lo es CdV.
Gustavo, pudo -pero no quiso- actuar como sirviente de Cabeza de Vaca. Eso le otorgó capital moral, para apuntalar a la corriente parlamentaria morenista que atosigada, apenas alcanzaba a responder con monosílabos una avalancha de picahielazos enviados desde la oficina del gobernador, Cabeza de Vaca.
La coyuntura, dicta que Gustavo seguirá siendo aliado de la IV T en Tamaulipas, al menos hasta que se destierre y se desentierren las raíces que dejó sembradas el cabecismo.
No parece ser corto menos inmediato- ese proceso.
Rescatar para la ciudadanía el Poder judicial, y otras tareas, requerirán del trabajo del MC y Cárdenas Gutiérrez en el Congreso al lado de MORENA.
Cuando el reemplazo del cabecismo se concrete, podremos ponderar con mayores objetividades, las contribuciones de GCG, a la transición tamaulipeca.