Macabro hallazgo el de la policía holandesa. Los agentes encontraron en un almacén siete contenedores de carga de los que se utilizan para el transporte marítimo insonorizados.
Uno de ellos contaba con todo lo necesario para poder torturar a alguien: silla de dentista, esposas, alicates, tijeras de podar, pinzas, sierras o material de cirujano. Los otros seis servían de celda para las víctimas a las que tenían atadas
La operación de la policía francesa y holandesa arrancó tras interceptar unos mensajes sobre torturas en un sistema de telefonía encriptada. Se cree que los contenedores eran utilizados para realizar secuestros por una organización criminal que se dedicaba al narcotráfico, extorsión y asesinatos a sueldo.
Por el momento hay seis detenidos y ahora desde las autoridades tratan de localizar a las posibles víctimas de la banda, en una operación poco sencilla en la que seguirán colaborando los cuerpos de ambos países.