Navarrete fue señalado por autoridades de haber coordinado distribución de droga, operación de secuestros y posiblemente varias ejecuciones.
Xalapa, Ver. – Los partidos PRI y Morena son el común denominador entre políticos y funcionarios de Veracruz con Francisco Navarrete Serna, presunto líder del Cartel de Jalisco en Tierra Blanca, asesinado la noche del 29 de mayo.
Navarrete -detenido e imputado por delincuencia organizada en 2016- fue acribillado junto a otras cinco personas durante un concierto privado en el salón YemanYa, en Tierra Blanca, en la región denominada la Cuenca del Papaloapan.
Navarrete fue señalado por autoridades de haber coordinado “la distribución de droga, la operación de secuestros y posiblemente varias ejecuciones” cometidas, en esa zona limítrofe con Oaxaca. Estos roles los alternó como miembro activo y “operador” del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El 1 de febrero de 2016 -cuando Navarrete ya estaba preso en Gómez Palacio, Durango-, el periódico Reforma lo ligó con el entonces diputado federal, Tarek Abdalá Saad, a quien, se expuso, apoyó en su campaña con el acarreo de personas y la entrega de tortas y cervezas.
Un mes antes, el 9 de enero, un mitin reunió en el municipio de Tres Valles a quienes entonces integraban la cúpula priista. El motivo de la convocatoria fue la inauguración de la primera oficina de enlace del diputado, Tarek Abdalá.
Tarek Abdalá también fue Tesorero del gobierno de Duarte y es considerado uno de los principales artífices en el desvío de recursos públicos a empresas fantasma o fachada. En mayo de 2019 declaró ante la PGR que estos actos se cometían por órdenes de la ex primera dama, Karime Macías. Abdalá fue imputado por un probable desvío de 55 mil millones de pesos.
Ese evento tuvo dos invitados de lujo: Francisco Navarrete, con bajo perfil frente al templete principal, y Javier Duarte de Ochoa, exgobernador de Veracruz –actualmente preso y sentenciado por delitos de corrupción- quien arribó en helicóptero.
En aquel mitin fueron retratados políticos del primer círculo de Javier Duarte (la mayoría terminaría con denuncias por desvíos de recursos) y otros que encontraron cargos públicos bajo las siglas del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Entre los asistentes estuvieron: Juan Carlos Molina Palacios, ex líder estatal de la CNC y exdiputado local (asesinado el 9 de noviembre de 2019) Adolfo Mota, exdiputado federal (investigado por corrupción), Alberto Silva Ramos, exdirigente estatal del PRI (investigado por corrupción).
Además, Marcela Aguilera Landeta, quien era diputada local del PRI por el distrito de Tierra Blanca, y que hoy es Fiscal de Investigaciones Ministeriales, bajo las órdenes de Verónica Hernández Giadáns, recientemente nombrada Fiscal general de Veracruz.
Dos días después, el 11 de enero, cinco jóvenes originarios de Playa Vicente fueron privados de la libertad por policías del estado y entregados a una célula del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), delito que también fue atribuido a Francisco Navarrete.
Navarrete fue mencionado en dos declaraciones ministeriales como líder del CJNG, quien además presuntamente fungía como un enlace de la Secretaría de Marina y coordinaba crímenes con el entonces subdelegado de la Secretaría de Seguridad Pública, Marcos Conde.
Conde y otros siete expolicías estatales permanecen presos por la desaparición forzada de los cinco jóvenes: Susana Tapia Garibo, Bernardo Benítez Arroniz, José Benítez de la O, José Alfredo González Díaz y Mario Arturo Orozco Sánchez, quienes habrían sido torturados y asesinados en el rancho El Limón, predio que también fue ligado a Navarrete.
Pese a estas imputaciones, a Navarrete un juez federal le concedió el amparo 11/2018, mismo que fue confirmado por un tribunal de alzada, tras argumentar una investigación deficiente de la Procuraduría General de la República (PGR) por haber duplicado declaraciones (pruebas) en los juicios por delincuencia organizada y desaparición forzada, en vez de haber usado elementos independientes en cada uno de los procesos judiciales, el primero del fuero federal y el segundo del fuero local.
Marcela Aguilera, ligada a cuñado de Navarrete
Francisco Navarrete apoyó públicamente la campaña de su cuñado, Obed García Díaz, quien en 2013 contendió por la alcaldía de Tierra Blanca y se promocionó junto a su compañera de fórmula, Marcela Aguilera Landeta, ella como candidata a la diputación por el distrito 8.
De acuerdo con registros públicos del PRI, Marcela Aguilera Landeta, antes de su postilación, fue consejera política de ese partido por el distrito de Cosamaloapan. En ese mismo documento aparece el nombre de Francisco Navarrete, como miembro activo afiliado del Tricolor.
El 13 de junio de 2013, Aguilera y García se retrataron de la mano en una conferencia de prensa a la que asistió el entonces presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Erick Lagos Hernández, quien vaticinó el triunfo de ambos candidatos. El cuñado de Navarrete fue derrotado en las urnas; la hoy fiscal de Investigaciones ministeriales ganó la diputación.
El 19 de agosto de 2015 un habitante de Tierra Blanca -de identidad resguardada- denunció a Navarrete Serna, Marcos Conde y otros presuntos operadores del CJNG por secuestro y extorsión. La investigación nunca fue retomada por Aguilera Landeta tras su llegada a la dirección de Investigaciones Ministeriales de la Fiscalía.
Con Morena, Navarrete impulsaría campaña de su comadre
Los tres años que Francisco Navarrete permaneció en prisión, coincidieron con el periodo que el PAN arrebató el poder al PRI. “El Primo” recuperó su libertad y Morena, a la par, asumió el control en las elecciones de 2019.
En el proyecto de la denominada Cuarta Transformación, Navarrete tenía a una amiga y comadre: la diputada por Tierra Blanca, Margarita Corro Mendoza, quien públicamente reconoció su buena relación con el presunto líder del CJNG.
El 7 de octubre de 2019, ya fuera de prisión, Francisco Navarrete inauguró el periódico El Sol de Tierra Blanca. Las oficinas del diario fueron bendecidas por el diácono Miguel Ángel Ochoa Cruz, quien fue candidato por Morena a la alcaldía de ese municipio, en 2018, en la misma fórmula que Margarita Corro.
“Que Dios les permita transmitir todo tipo de noticias (…) Son de gran ayuda para la humanidad ya que socorren a las personas cuando se presenta alguna necesidad y ayudan a cultivar el espíritu”, dijo el diácono.
El mismo 7 de octubre, la diputada Corro Mendoza felicitó a Francisco Navarrete con mensaje en una inserción en su diario, el cual se convirtió desde entonces en una plataforma para promocionar sus acciones legislativas para la región de la Cuenca.
Cuestionada por esa acción, Corro aclaró que a Navarrete se le señaló como presunto delincuente y salió en libertad, por lo que estaba en posibilidad de “enmendar” su camino y abrir un nuevo negocio.
“Esta persona de la que me hablas es vecino y amigo de toda la vida. ¿Tú no has tenido amigos de tu infancia con los que jugaste, de tu barrio? Él fue señalado, tuvo un proceso, salió exonerado, porque si no estuviera en la cárcel”, dijo en entrevista.
“Pero aparte de eso, llega a poner un negocio a Tierra Blanca, todo mundo tiene derecho, verdad, a enmendar tu rumbo o poner un negocio”.
La legisladora deslindó al partido Morena de su vínculo con Navarrete, al señalar que su felicitación y orden de inserción en el periodo, la hizo en calidad de amiga de la infancia, familias afines, vecina de toda la vida, “y hasta compadrazgo”.
En las instalaciones de ese periódico, Navarrete fue retratado junto al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, en enero de 2020. La imagen generó críticas contra el mandatario, quien terminó por deslindarse del director del El Sol de Tierra Blanca.
Fuentes consultadas por este medio refirieron que, durante las últimas semanas, Navarrete comenzó a figurar en eventos privados como en el que perdió la vida, los cuales llevarían la intención de sumar simpatizantes a Margarita Corro, de cara a las elecciones municipales de 2021.
Navarrete y Corro crecieron juntos en Tierra Blanca y fueron vecinos durante años en la avenida Lerdo. El sobrino de la diputada morenista, Clemente Mendoza, fue amigo cercano de Navarrete y fue visto la noche del atentado en el salón YemanYa donde asistió a personas que resultaron heridas en el atentado, entre ellas a familiares de “El Primo”.
e-CV