Agencias
El gobierno ruso ha expresado su condena frente a la reciente decisión de Estados Unidos de desplegar misiles de largo alcance en Alemania, interpretando este movimiento como un retorno a las dinámicas de la Guerra Fría. En un contexto de conflictos continuos entre Rusia y Ucrania, y con el apoyo occidental a Ucrania, la medida estadounidense ha sido vista por Rusia como un intento de “garantizar nuestra derrota estratégica en el campo de batalla”, según declaró Dmitri Peskov, portavoz de la presidencia rusa.
Este anuncio se produce en un momento de creciente tensión en Europa, especialmente ante la posibilidad de que Ucrania se una a la OTAN, lo que Rusia ve como una amenaza directa a su seguridad. Peskov, en declaraciones a la televisión estatal, señaló que las acciones de Alemania, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido están reavivando las “características de la Guerra Fría” con una confrontación directa que evoca las tensiones del pasado siglo.
En respuesta, Peskov subrayó la necesidad de que Rusia se una y utilice “todo nuestro enorme potencial” para alcanzar los objetivos marcados en su “operación militar especial” en Ucrania, indicando que el país no debe ser pesimista sino más bien resolutivo ante estos desafíos.
Por otro lado, el gobierno alemán, bajo la dirección de Olaf Scholz, ha defendido esta decisión, que ha provocado temores de una nueva carrera armamentística similar a la de la Guerra Fría. La Casa Blanca, por su parte, confirmó que a partir de 2026 desplegará este nuevo armamento en Alemania, aumentando la capacidad de Estados Unidos para realizar ataques a mayor distancia que con los sistemas actualmente instalados en Europa.