Bolivia y Argentina en tensión por declaraciones de Milei
Alienta UAT el mérito académico con la Beca de Nuevo Ingreso 2024-3
julio 2, 2024
Suprema Corte protege a Trump de enjuiciamiento
julio 2, 2024
Agencias
Bolivia llamó a consultas a su embajador en Argentina en respuesta a las declaraciones del gobierno de Javier Milei, quien calificó como una “falsa denuncia” el fallido golpe de Estado contra el presidente Luis Arce Catacora. El intento de golpe, supuestamente orquestado por el general Juan José Zúñiga, exjefe del ejército, tuvo lugar el pasado 26 de junio.
La ministra y portavoz de la presidencia, María Nela Prada, anunció que el embajador Ramiro Tapia ha sido convocado a La Paz para consultas. Además, la cancillería boliviana citó al embajador argentino en La Paz, Marcelo Massoni, para expresar su “rechazo enérgico” a las declaraciones de la oficina de Milei.
La cancillería boliviana consideró “inamistosas y temerarias” las afirmaciones de Milei, que calificaron de “fraudulenta” la denuncia de Arce sobre el alzamiento armado. En su comunicado, la cancillería instó al gobierno argentino a informarse y respetar la soberanía y no intervención en los asuntos internos de otros estados.
El gobierno de Milei, que mantiene tensas relaciones con los gobiernos de izquierda de la región, se desmarcó del apoyo internacional recibido por Arce. El general Zúñiga y otros militares fueron detenidos tras el asedio al palacio presidencial, aunque Zúñiga afirmó que actuó por pedido de Arce para aumentar su popularidad, una afirmación desmentida por el presidente boliviano.
El expresidente Evo Morales también acusó a Arce de mentir al mundo con un “autogolpe” de Estado.
En Argentina, el informe de Pensar Argentina, respaldado por el expresidente Mauricio Macri, criticó el inicio legislativo del gobierno de Milei y señaló la inexperiencia del gobierno en la aprobación de la polémica Ley Bases. Además, las manifestaciones en Argentina llevan cuatro meses en aumento.
Por otro lado, el gobierno argentino oficializó el cierre de la agencia estatal de noticias Télam, transformándola en la Agencia de Publicidad y Propaganda del Estado, alegando su uso para distribuir “propaganda kirchnerista”.
