La mayoría calificada de MORENA
José Ángel Solorio Martínez
La IV T tamaulipeca, camina al filo de la navaja. La mayoría calificada (tres cuartas partes del pleno del Congreso local: 24 legisladores), está en riesgo; muy alto riesgo. Aún y cuando el PRIAN, ha perdido potencia en este 2024 -fundamentalmente por errores y empecinamientos del panismo fronterizo-, aún posee enclaves respetables: Tampico, Mante, San Fernando, Valle Hermoso, Río Bravo, Matamoros, Victoria y Nuevo Laredo.
Actualmente, MORENA y aliados, tienen una mayoría simple en el parlamento: la mayoría de los votos de los 36 diputados que conforman el Poder legislativo.
Eso en términos simples, quiere decir que la IV T no alcanza los 24 votos parlamentarios para una mayoría calificada, que daría la posibilidad a los guindos y compañeros de viaje, de realizar cambios a la Constitución local. Es decir: la ingeniería Legislativa que desee el partido que gobierna, sólo será posible con una Mayoría calificada -puede ser también, las dos terceras partes de los diputados presentes en el pleno-.
Esa circunstancia, tiene maniatado al Poder ejecutivo para -por ejemplo- remover a los titulares de organismos autónomos heredados por el gobierno del ex gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca. Ese entramado heredado por el reynosense, ha generado una perniciosa parálisis legislativa y el mando transexenal del panismo con el control de esos espacios de autoridad.
Decenas de veces, los Tachos -brazo jurídico de la IV T en la región- han intentado desplazar a los personeros de CdeV en la presente administración; no han podido.
Para hacer una proyección, de los diputados de mayoría que podría obtener la oposición y la IV T, hay que ponderar sus respectivas fuerzas que se expresan en las 22 cabeceras distritales.
El PRIAN, puede presumir de alta competitividad, en Tampico. Este lugar, tiene en su geografía, dos distritos electorales locales. Los sondeos preliminares, denotan un incuestionable poderío de los candidatos azules.
Lo que es lo mismo: MORENA, podría perder en el puerto, los dos diputados locales.
Chucho Nader, tiene poco que negociar con otros factores; para él, son imprescindibles esos escaños para galvanizar su liderazgo y su fuerza en el sólido sur.
En Mante, el alcalde Noé Ramos va por su reelección. Territorio del Truco Verástegui, se ve remoto que pueda perder la diputación local.
En Victoria, MORENA, puede morder el polvo en una diputación local con el arrastre de votos que el candidato prianista, Oscar Almaraz Smer le va a imprimir a su campaña.
En San Fernando, la alcaldesa Maybella Ramírez Saldívar, va delante de la presunta candidata de MORENA, Verónica Aguirre de los Santos. Bajo esa lógica, la diputación local, está muy a la mano del PRIAN.
En Valle Hermoso, el PAN se amacizó con Alberto Enrique Alanís Villarreal. La IV T, no ha podido recomponerse. El legislador local se pelea en cerrada disputa.
En Matamoros, el escenario se le enderezó al PRIAN, con la irrupción de Leticia Salazar y su compañero Luis Biasi: van por la alcaldía -si hay terquedad en la postulación del impresentable diputado local, Alberto Granados Fávila- y en el intento, pueden ganar y llevarse al menos un diputado al Congreso del estado.
En Reynosa, el hostigamiento a Makyito y el desdén por Maky Ortiz Domínguez, podría derivar en la pérdida de al menos un escaño en el parlamento tamaulipeco de los guindos.
La Frontera Chica, es tierra de nadie. Puede ganar o perder, cualquiera.
A ese evidente achique de expectativas de MORENA para la Legislatura local, se debe añadir otro evento viable; los diputados plurinominales que obtendría el parecito formado por el PAN y el PRI: al menos siete.
No se necesita el complicado método prospectivo, para ver lo que pasará en junio próximo; un lápiz, una simple suma y una sencilla resta, nos darán luz para presumir de politólogos.