Los enemigos de la educación pública
José Ángel Solorio Martínez
Consideraciones sobre el Libro de Texto Gratuito:
1.- Resulta extraño, que quienes tienen a sus hijos en colegios privados, se digan defensores de las libertades de la escuela pública.
2.- Raro, que la derecha se diga la defensora de las libertades de hombres y mujeres, y censure los libros en donde se promueve la igualdad entre niños y niñas.
3.- Contradicción de la derecha: oponerse a la igualdad de los individuos sin importar sus tendencias sexuales.
4.- Inexplicable, que se satanice al marxismo como corriente del pensamiento universal; se desconoce que Carlos Marx, es visto en el mundo académico y del conocimiento, como un referente por sus aportaciones a la Filosofía, la Economía, la Sociología y la Historia.
5.- Es grotesco, que quienes ideologizan la educación en escuelas privadas -se reza, y se impone el pensamiento religioso sobre el marco científico- califiquen de adoctrinadores, los libros de texto.
6.- La propuesta de la derecha radical, de retirar los libros de texto -y las reacciones histéricas de algunos gobernadores del PRIAN, de no aceptarlos en algunas entidades- es bastante similar a los discursos del nazismo que llamó a la quema de libros, en los años 30 del siglo pasado. Qué raro: ese odio comprendía los textos de Marx y de literatos considerados de izquierda.
7.- La impugnación a la aparición de figuras de niños y niñas, con toda su anatomía al aire, ofende al pensamiento racional y científico -era de esperarse-. Este argumento, está más cercano a las mentalidades monásticas -es decir: a mentes medievales-; no a las formas de concebir el mundo de una manera progresista, académica, racional y científica.
8.- El rechazo al Libro de Texto Gratuito, es la viva imagen de la derecha opositora mexicana: conservadora, mojigata, gazmoña, hipócrita y falaz.
9.- No es el gobierno quien ideologiza la educación; es la oposición, quien intenta dogmatizarla, bajo críticas -con cierto tufo clerical- que son recurrentes desde la aparición del Libro de Texto Gratuito, como conquista y contribución de la revolución mexicana.
10.- La derecha, pretende que la Secretaría de Educación Pública (SEP), sea censora de acontecimientos históricos, que marcaron a la sociedad mexicana. El fraude electoral del 2012, acontecimiento toral en el México actual, es inocultable para entender la continuidad y el cambio del país en el presente siglo. No es una especulación; es un hecho, que aún hoy sigue generando conflictos en la nación: la repugnante guerra de Calderón, la deuda externa monstruosa, la destrucción de los bienes nacionales -PEMEX, CFE, FERRONALES, etc.-, y los intolerables índices de miseria prohijada por los gobiernos neoliberales.
11.- En el fondo, los conservadores lo que pretenden es seguir privilegiando en las esferas de las Ciencias Sociales, una Historia, aséptica, acrítica, en la cual se prohíba ver como actores históricos -es decir de cambio- a los entes colectivos, como los obreros, estudiantes, homosexuales, indígenas, sindicatos. Para la derecha, la Historia que le acomoda es la de los caudillos, de héroes -mesianismo vil- que con su sola presencia pueden lograr cambios históricos.
12.- La derecha, no desea mejorar el Libro de Texto Gratuito; pretende destruirlo. Justo ahí, subyace su proyecto: socavar a la IV T y su proyecto de nación. No les interesa elevar los estándares cualitativos de la Educación Pública; lo que realmente les emociona, es erosionar la escuela pública, la escuela nacional. En el fondo, sus intenciones -aparte de las ideológicas- son económicas: si le va mal a la educación del gobierno, le va mejor a la educación promovida por empresarios.
13.- Reaccionarios y aliados -hasta el PRI, se sumó a esa cruzada anticomunista-, acusan al Libro de Texto Gratuito, de intentar crear ciudadanos conformistas, cuando en sus aulas privadas, es lo primero que enseñan y promueven, al poner en manos de seres etéreos el destino del educando y no en la construcción de su libre albedrío.
No es de ahora: desde siempre, la derecha y las organizaciones conservadoras, se han distinguido como recalcitrantes enemigos de la Educación Pública.