La solicitud del Gobierno de Estados Unidos de realizar consultas técnicas, según lo establecido en el acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), con respecto al maíz transgénico y biotecnología, era previsible debido a la falta de sustento científico que existe en las decisiones mexicanas que lo único que han logrado es crear incertidumbre en el sector agrícola y amenazar la seguridad alimentaria.
Así lo aseguró el presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos, (UMFFAAC), Luis Eduardo González Cepeda, luego de señalar que la solicitud del gobierno norteamericano no habla sólo de maíz transgénico, sino de biotecnología, rubro en el que se encuentra el glifosato.
En este caso, refirió se tienen que investigar o señalar cuál es el supuesto daño que causa el glifosato, si este herbicida está aprobado en más de cien países y el Conacyt no ha demostrado la afectación que asegura que tiene este producto, es decir que no hay estudios en México sobre el posible efecto adverso.