‘Pulso de Vida’ para las Tamaulipecas
Juan Antonio Loo Navarro
Una agresión a la mujer, mis caros lectora, lector, siempre será algo condenable. Aún la mínima, ya sea simplemente verbal o sicológica. Cuantimás la agresión física, porque resulta una cobardía mayúscula abusar de una superioridad de fuerza.
A nivel nacional, mis valedores, del total de mujeres de 15 años y más, 70.1 % han experimentado al menos un incidente de violencia, que puede ser psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación en al menos un ámbito y ejercida por cualquier persona agresora a lo largo de su vida. Oh, no.
En nuestro país, la mayor prevalencia de violencia contra las mujeres de 15 años y más a lo largo de la vida se registró en el estado de México (78.7 %), Ciudad de México (76.2 %) y Querétaro (75.2 %). Sí, son cifras escalofriantes que arroja el INEGI en un reporte de agosto del 2022.
Las estimaciones publicadas también por la Organización Mundial de la Salud (OMS), indican que alrededor de una de cada tres mujeres en nuestro continente han sufrido violencia física y/o sexual de pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida.
La violencia de pareja es la forma más común de violencia contra la mujer y la emocional es la más frecuente tanto a lo largo de la relación de pareja como en el último año: 81.7% de mujeres la han padecido.
Le sigue la violencia de tipo económico, las agresiones físicas y la violencia sexual.
Muchos casos, de ésos casos, desafortunadamente, terminan en feminicidio.
Por eso, mis paisanos, es motivo de esperanza que ésta semana, en Monterrey, NL, nuestro Gobernador Américo Villarreal Anaya, marcara presencia en la firma del Convenio de Colaboración del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP) 2023, que presidió el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, donde nuestra entidad obtuvo el segundo mejor presupuesto de seguridad a nivel nacional. Felicitaciones por ello.
Sobre todo cuando en la visita de ayer a Victoria-Capital, Alejandro Encinas Rodríguez, sub secretario de Derechos Humanos, Población y Migración, en reunión interinstitucional con el Gobernador AVA, reveló que Tamaulipas ocupa el tercer lugar a nivel nacional de personas desaparedidas y el cuarto lugar en porcentaje de no localización.
La estadística negra abruma y espanta cuando agrega que somos la entidad con el mayor número de desaparición de niñas, niños y adolescentes, aportando la escalofriante cifra de 440 niños reportados como desaparecidos en Tamaulipas. Un récord nada honorable.
El sub secretario también lamentó que las mujeres representan el 56% de los reportes de desaparición, con edades que fluctúan entre los 15 y 19 años, una cifra que contrasta profundamente con el 30% a nivel nacional. Omaigad.
Y señalo a los 7 municipios donde se registran el mayor número de casos: Matamoros, Reynosa, Nuevo Laredo, Tampico, Altamira, Madero y Victoria-Capital.
En la misma reunión, la titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), Fabiola Alanís Sámano, enfatizó que aquí existe una cifra negra en delitos contra la mujer; 62 muertes violentas: 20 feminicidios -incluído 3 infantiles- y 42 homicidios dolosos.
Ambos funcionarios de la Secretaría de Gobernación, confiaron en que el Gobernador AVA logre abatir ésta herencia en coordinación con el gobierno federal, ya que el inicio de su sexenio representará una oportunidad para diseñar estrategias de prevención de éstos delitos.
Y, precisamente, ayer también, Diana Luz Gutiérrez González, la titular del Instituto de la Mujer de Tamaulipas, informó que Victoria-Capital es líder en violencia contra la mujer, habiendo brindado 5 mil atenciones en los 4 meses de la nueva administración, con casos incluso de menores de edad, a veces de hasta 11 años, al iniciar noviazgos a temprana edad.
Todo lo anterior, mis campeones, es una nítida radiografía de la vulnerabilidad de la mujer tamaulipeca, en un ambiente creciente de abuso y cobardía de parte de quién -¡qué ironía!- debiera prodigarles respeto, protección y amor.
Lo que me lleva a referirles un novedoso programa de prevención, atención y sanción de la violencia, llamado “PULSO DE VIDA”, que como un esquema o plan piloto se está aplicando ya en diferentes municipios de otras entidades federativas como Jalisco (18) y EdoMex (3).
PULSO DE VIDA, mis estimadísimos, es un aparato o herramienta tecnológica, en forma de un dije minúsculo y discreto que se enlaza con las autoridades policiales, al C5, donde son monitoreados mediante un GPS integrado, alertando cuando la portadora del dispositivo se encuentra en riesgo o peligro de ser víctima de la comisión de un delito, llámese agresión física, verbal-sicológica o sexual.
Las usuarias son mujeres que ya han judicializado sus agresiones ante el ministerio público.
Con éste aditamento se busca fortalecer la protección y erradicar la violencia contra las mujeres, ya que la usuaria al detectar la amenaza de un agresor activa su PULSO DE VIDA, abriéndose una línea bidireccional con las fuerzas policiales, proporcionando también la ubicación de la usuaria en tiempo real.
Y una vez alertadas las autoridades, se procede a la verificación de la alerta, previniendo la posible agresión y, en su caso, la aprehensión del agresor, reduciendo notablemente el tiempo de respuesta.
Al parecer, recientemente, en razón de los buenos resultados, se comenzó a implementar en aguascalientes y Colima, el Pulso de Vida.
Éstas son soluciones reales y con eficiencia, ya que en el C5, el programa cuenta con todos los datos: nombre de usuaria, dirección de casa y trabajo, datos del familiar más confiable, antecedentes del agresor: nombre y características, expediente en la fiscalía, etc.
Estimo, que dadas las cifras recién expuestas por las autoridades federales, bien valdría la pena analizar la conveniencia de implementar el Pulso de Vida, para protección de las tamaulipecas que ya han sido víctimas de violencia o agresiones, y que tuvieron el valor de denunciar a su victimario.
Urge bajar tan lamentables estadísticas. Las tamaulipecas lo merecen. ¿O no?
Dios Bendiga a San Fernando (DBSF).
Vale.