Agencias
Poco a poco Eiza González se coloca como uno de los rostros latinos más importantes en Hollywood, pero confiesa que está cansada de que digan que su mayor desafío fue dejar su natal México para mudarse a la Meca del cine.
Acabas de cumplir 15 años de carrera. Si tuvieras que hacer un balance ¿cuál considerarías tu mejor acierto profesional?
Es una pregunta muy difícil porque uno conlleva al otro. Creo que mi acierto profesional han sido los momentos que nadie ve, como el poder salir adelante de momentos muy difíciles dentro de mi industria y de mucho dolor de pérdidas de proyectos, y cosas así.
Que me han conllevado a otros proyectos y he aprendido que las cosas fluyan, y ser menos dura conmigo misma. Esos han sido los mejores aciertos y gracias a eso, creo, que estoy donde estoy porque me ha causado una determinación, una tenacidad que solo viene de momentos difíciles y complejos como esos.
Es que no es uno; es muy difícil decir uno. Y creo que es injusto venderle a la audiencia que es uno y si pasas este reto es realmente a donde llegas. Y lo que he aprendido es que el reto más grande es poder estar abierto a nuevos retos todo el tiempo. Ese es el reto más difícil, el que realmente la vida te agarre en curva cada tres, cuatro días. Sobretodo, cuando te dedicas a una carrera sobre emociones.
Hay cosas tan complejas; hay días súper difíciles para mi en un set, que uno no se imagina cuando está viendo un proyecto que estás pasando cosas personales. Recientemente, alguien muy cercano a mí falleció mientras estaba filmando y me afectó mucho laboralmente, emocionalmente para mi trabajo y tener que salir adelante y como hacer eso…
Tener que estar abierta que la vida siempre te va a estar aventando una curva aquí y allá, aquí y allá, constantemente esos son los retos más grandes. Y, definitivamente, es algo que me gustaría decirle a la audiencia. Porque la gente cree que es ‘el reto más grande es irme de mi país y entonces llegar…».
El reto más grande fue dejar mi casa y luego el reto más grande fue estar sola en Estados Unidos; luego, el reto más grande fue perder 25 películas y sobresalir a eso; reto más grande fue pasar por depresión por un proyecto. Son mil cosas que van pasando y que la vida sigue sucediendo y que uno tiene que [vivir] un día a la vez. Esa es la mentalidad más sana que he aprendido a tener en esta industria.
El 8 de abril se estrena Ambulance, un thriller con mucha acción, pero no es la primera vez que haces filmes de acción. Este personaje es mucho más dinámico como cualquier otro personaje que haya hecho en películas de acción específicamente.
Carmen es el corazón de esta historia y, realmente, es una mujer contemporánea, real. Igualmente, el personaje y el proyecto se siente como una película experimental pequeña, disfrazada de una película de acción. El desarrollo del personaje fue muy especial, tuve muchísimo aprendizaje. No nada más lo que pude hacer en la pantalla, pero también lo que aprendí en el proceso de este personaje fue increíble porque aprendí muchísimo sobre el mundo de la medicina y la industria de la medicina en medio de una pandemia a nivel mundial, que la gente estábamos en una crisis a nivel mundial, y ver cómo esa gente sacrifica sus vidas por nosotros puso mucho las cosas en perspectiva también para mí. Porque al mismo tiempo estoy pensando ‘voy a hacer una película de Hollywood, pero esto está pasando en el mundo’, ‘Pero también voy a interpretar una paramédica’, ‘y qué tan importante es hacer esto, y hacerlo bien’. Fue un proceso muy catártico para mí y me siento muy orgullosa con el resultado y del personaje.