Calabazo: entre el nepotismo y el guachicol
José Ángel Solorio Martínez
El gobierno de Río Bravo, Tamaulipas, está muy lejos de asemejarse tantito a la IV T. El primo hermano del alcalde Héctor el Calabazo Villegas, Joel Eduardo Yáñez Villegas, quien funge como Segundo síndico en el Ayuntamiento riobravense, practica sin pudor ni recato, uno de los vicios de los gobiernos del PRIAN que el lopezobradorismo abomina y critica un día sí y otro también: el nepotismo. El síndico, no conforme con tener el control administrativo de la ciudad, y sembrar a familiares y amigos en la administración municipal, instaló a su esposa Violeta Magdalena Torres Arreola al frente de una de las áreas estratégicas del Ayuntamiento: la dirección del Predial y Catastro. ¿Acaso no sabe el Calabazo y su primo, que ello es una prohibición jurídica y ética? ¿Desconocen los primos Calabazos el funcionamiento de la alcaldía? ¿Ignoran que es un delito, tener a familiares de subalternos en cualquiera de los tres niveles de gobierno? Tanto el Calabazo como el Síndico, no pasan ni el más superficial de los arqueos en estos primeros dos meses de gobierno. Se empieza a conocer, el manejo indiscriminado y discrecional, del segundo síndico de los fondos del Ayuntamiento. Él es, quien entrega jugosas compensaciones a sus amigos y familiares más cercanos; él es, quien ordena a quién pagar bien y a quién pagar austeramente. Ahora se sabe, quién ubicó a su esposa Torres Arreola, en la dirección del Predial y Catastro para tener a la mano los ingresos del municipio y darles el uso que su primo el Calabazo le ordene. Es conocido, que los ingresos del Predial y Catastro son manejados directamente por el Ayuntamiento. ¿Cuántos millones se recaudan mensualmente? No se sabe. ¿Hacia dónde van esos fondos? Sólo el síndico y su primo el Calabazo lo conocen a ciencia cierta. Hace meses, el Congreso reformó la Ley para darle injerencia en lo recaudado en los prediales del estado a la administración estatal. Aun con eso, es un sitio que está lleno de opacidad porque el ciudadano desconoce con claridad hacia dónde se va esa recaudación, cuándo y cuánto se regresa si se hizo valer aquella reforma. Eso pasa a segundo plano, por lo ilegal -e inmoral- del nombramiento a Torres Arreola. (Que en estricto sentido, es familiar -prima- del alcalde Calabazo. Si duda: es oro molido para los diputados panistas, que pondrían al borde de la destitución al alcalde y a sus primos que por el momento viven la felicidad de una de las fiestas fifís más exquisitas de la administración pública: deglutir el presupuesto sin limitaciones). Sigue corriendo la pus, en el Ayuntamiento guindo de Río Bravo, Tamaulipas.