CIUDAD DE MÉXICO.- La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) presentó una sexta denuncia en contra del exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio ‘L’, como probable responsable de los delitos de corrupción política y el desvío de más de 3 mil millones de pesos.
La oficina, dependiente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), informó que la denuncia se presentó el fin de semana ante la Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción, de la Fiscalía General de la República (FGR).
A un año de la extradición de Lozoya Austin a México, que se cumplió el pasado 17 de julio, se informó que se detectó el presunto desvío de recursos, mediante contratos con 34 empresas, todas relacionadas con la brasileña Odebrecht.
La denuncia presentada por la UIF relaciona, además de Lozoya Austin, a 11 personas físicas y otras 33 personas morales, debido a que se investiga el posible beneficio de servidores públicos, quienes habrían utilizado los recursos para financiar campañas políticas.
El desvío de los recursos, según las investigaciones, habría ocurrido entre los años 2012 y 2016, con la participación de empresas como Odebrecht, STW México, Eseasa Construcciones S.A. de C.V., TTG Asociados, Adding Machine Company de México y Blundersbuss Company de México S.A. de C.V. entre otras.
Destaca una empresa de Odebrecht la cual, durante la administración de Emilio, de 2014 a 2016, realizó transferencias por más de 3 mil millones de pesos supuestamente por concepto de construcción a favor del gobierno federal, dichos servicios no fueron realizados por lo que posiblemente fue parte de una mecánica de las operaciones”, explicó la UIF.
Bajo este esquema los desvíos se habrían realizado a los estados donde se realizaron comicios, después de esas transacciones, principalmente Tamaulipas, Veracruz, Hidalgo y la Ciudad de México.
El esquema detalló la participación de un primer grupo de empresas, que se encargaron de triangular los recursos a través de un segundo grupo y éste, a repartirlo a empresas fachada para desaparecer los rastros.
Tras su extradición a México, hace un año, Lozoya Austin fue hospitalizado y un juez de Control le inició un proceso por desvío de recursos y delincuencia organizada.
Lozoya Austin obtuvo un criterio de oportunidad, con la oferta de señalar a los funcionarios involucrados en la recepción ilegal de recursos de Odebrecht, por lo que cumple con una prisión domiciliaria.