La temperatura aumentó en Los Ángeles y un abismal calor invadió el Staples Center. Los Suns evaporizaron las esperanzas de los Clippers y los dejaron en el camino para colocarse en Las Finales de la NBA. El equipo de Monty Williams calentó los ánimos con un duelo sumamente físico que ganaron por marcador de 130-103, en una gran noche para Chris Paul.
Phoenix no ganaba su boleto a la serie por el trofeo Larry O’Brien desde 1993, cuando Charles Barkley y compañía arrasaban en las duelas. La franquicia está en búsqueda de su primer campeonato en la NBA en más de 50 años de historia y de la mano de Devin Booker, Jae Crowder y el sorpresivo Chris Paul, parece que pueden conseguirlo.
Paul cargó con el peso de la ofensiva con 41 unidades en su registro final, además se apuntó ocho asistencias y un total de cuatro rebotes. Con la confianza que le proyectó al resto del equipo, el exjugador de los Clippers eliminó a su exequipo y llevó a los Suns a Las Finales en una temporada histórica y sobre todo sorpresiva, al igual que el regreso a su máximo nivel.