La edición 84 del emblemático Masters de Augusta, aplazada ocho meses por la pandemia de coronavirus, arranca el jueves en medio de una silenciosa atmósfera en el Augusta National Golf Club donde el clamor de los espectadores por los grandes golpes serán esta vez solo recuerdos.
El color rojizo y dorado de las hojas otoñales reemplazan en el paisaje a las flores de primavera ya que este torneo, que tradicionalmente abre la temporada de Grand Slam, se retrasó por primera vez de abril a noviembre.
“Este año va a ser inquietantemente tranquilo“, dijo el inglés Justin Rose, campeón del Abierto de Estados Unidos de 2013 y dos veces subcampeón del Masters. “Prácticamente vas a tener que recordar la atmósfera para inspirarte”.
Para muchos de los grandes del golf, este campo evoca algunos de sus mejores momentos, compartidos de forma especial con los entusiasmados aficionados de Augusta.
El estadounidense Phil Mickelson, ganador de cinco torneos ‘Major’ y tres veces campeón del Masters, recuerda haber estado en el green 18 en 1991 cuando Tom Watson y Jack Nicklaus hicieron putts increíbles en el 16.