Se augura un mal año para el turismo cinegético que acostumbra a ven ir al calle de San Fernando, los estragos del Covid ahuyentaría a los cazadores a presentarse después de la última semana de agosto cuando arranca el periodo oficial la cacería de la paloma de ala blanca.
Así se expresa Javier Ramos López, prestador de servicio, agregando que, “son tiempos difíciles ante esta terrible enfermedad que ha dejado millones de personas muertas en el mundo, de ahí que los turistas se niegan a venir a la temporada de cacería”.
Precisó que a la fecha no hay indicios que traigan a grupos de gringos a la cacería de la paloma de ala blanca como lo hacían en épocas de bonanza y cuya derrama era millonaria generando todo tipo de empleo.
Indicó que en años anteriores el turismo cinegético lograba atraer a miles de turistas nacionales e internacionales, quienes practicaban su deporte favorito y dejaba muchas ganancias al sector restaurantero, hotelero y comercial del Valle de San Fernando.
Estableció que tampoco se tiene conocimiento si las autoridades estatales autorizaron a los ranchos cinegéticos a inscribirse en las UMAS, requisito que se necesita a fin de que los cazadores puedan entrar a la cacería de la paloma de ala blanca, además de tramitar los permiso de las armas deportivas que utilizan anualmente y que este 2020 se desplomó de manera total esta actividad que, generaba millones de pesos a la población.