“Es el momento de buscar el acuerdo. De llegar a importantes consensos en toda Europa para la reconstrucción de nuestros países y por el fortalecimiento del proyecto europeo. La unidad es la clave para que la recuperación sea más rápida”. Pedro Sánchez sigue en su empeño porque la propuesta del sur sea la más beneficiada en el reparto de fondos europeos. El presidente del Gobierno ha continuado este miércoles su gira, con parada en Suecia para verse con el primer ministro Stefan Lofven, que forma parte de los llamados frugales: partidarios de que las ayudas se den solo a través de créditos.
Ya el martes en su visita a Angela Merkel, Sánchez mostró un cierto cambio de tono. Aseguró que todas las propuestas son lícitas. “Hay visiones distintas de lo que tiene que ser el proyecto común europeo y ninguna es mejor que otra”, sostuvo. El líder del Ejecutivo también se verá este miércoles en París con Emmanuel Macron.
Sánchez, eso sí, asume que todos los estados de la UE, España incluida, tendrán que hacer renuncias para lograr un acuerdo sobre el fondo de recuperación europeo y el marco presupuestario plurianual. Lofven también va en esa línea. Los dos han subrayado que quieren que se llegue al consenso en julio -“si retrasamos la respuesta retrasamos la recuperación, y eso es algo que no nos podemos permitir”, ha dicho Sánchez- pero han admitido que será muy difícil lograrlo.
“El objetivo es común: salir de la crisis con una Europa más fuerte. Debemos superar nuestras diferencias y alcanzar un acuerdo en julio”
“El objetivo es común: salir de la crisis con una Europa más fuerte. Debemos superar nuestras diferencias y alcanzar un acuerdo en julio para relanzar el crecimiento sobre bases más verdes, digitales y justas”, añadió el presidente del Gobierno.
A juicio, de Löfven, “el acuerdo en julio es muy complicado pero no imposible”, así que todo el mundo debe hacer esfuerzos, y todo el mundo debe ir con la actitud adecuada para encontrar un término medio. “Si en una negociación uno no estás dispuesto a cambiar un poco de postura más vale enviar un papel a Bruselas y no ir”, ha afirmado. De hecho, Löfven se ha mantenido en su rechazo a que el fondo europeo conceda ayudas directas a los Estados miembros y ha insistido en que es partidario de que solo sean préstamos y enfocados en las “necesidades reales”.
Eso sí, también ha reconocido que todos los países tienen sus límites a la hora de hacer posibles cesiones, y por eso son necesarias conversaciones para entender las posiciones de todos y “tender puentes”.
Países Bajos, junto con Dinamarca, Austria y Suecia, representan la posición más dura en la negociación del fondo destinado al rescate postpandemia. La propuesta de la Comisión Europea contempla un volumen de 750.000 millones de euros, entre ayudas a fondo perdido y créditos, cuyo reparto está por definir. El primer ministro holandés señaló el lunes que el acuerdo en el Consejo Europeo “no va a ser fácil”.
Merkel tomó la iniciativa ya el pasado mes de mayo, al formular junto con el presidente francés, Emmanuel Macron, una propuesta para un fondo consistente en 500.000 millones. El eje franco-alemán se reactivó entonces con esa formulación, fundamento que luego desarrolló y amplió la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
El paquete económico o fondo de reconstrucción debe marcar las bases de los presupuestos plurianuales de la UE. Merkel se mostró ante Conte de acuerdo con la propuesta presentada por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Dicho plan aumentaría el control sobre la entrega de las ayudas del fondo de recuperación, pero mantiene la cantidad total planteada Comisión.
Nota tomada de 20minutos.es