El material evidencia el interrogatorio del exdirector de la AIC sin un abogado; Felipe Rodríguez fue liberado desde 2018, bajo el argumento de tortura
Tomás Zerón de Lucio se mueve de un lado a otro dentro de una habitación de paredes blancas. Cruza los brazos, impaciente. Sentado, con una playera oscura enredada en la cabeza y el torso desnudo se ve a Felipe Rodríguez Salgado, El Cepillo o El Terco, presunto implicado en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa hace casi seis años.
La escena es parte de un video grabado de forma clandestina el 14 de enero de 2015 en alguna oficina de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), que reveló ayer Ciro Gómez Leyva en su noticiario radiofónico.
En los hechos grabados, desconocidos hasta ayer, que se plantean como ilegales, con acciones constitutivas de tortura, se escucha a Zerón de Lucio, exdirector de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), decirle a Rodríguez Salgado: “Ya valió madre… la primera mamada que me digas cambiamos el tono, ¿va?.. ¿sí o no?.. tú dinos, cómo quieres tú… tú no te la pongas difícil. A la primera te mato”.
Felipe Rodríguez Salgado quedó en libertad en septiembre de 2018, debido a que argumentó tortura.
En el video se ven algunos jaloneos al detenido. La apertura de las esposas que llevaba. Mientras Zerón da órdenes a sus subalternos, El Cepillo dice algunas palabras que hiladas todas, no parecen una confesión incriminatoria.
La acción de tortura por parte de autoridades federales en contra de El Cepillo, la acreditó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), según el expediente CNDH/1/2105/1444Q, del 24 de febrero de 2015, sin ningún video como el presentado ayer.
Los videos
En el video, con una duración de 5 minutos y 31 segundos, que en realidad son dos videos, aparece Tomás Zerón, como protagonista. En el segundo video se ve a Rodríguez Salgado con una playera de color blanco, moviéndose con dificultad y con rictus de dolor.
“¿Algo más que quieras declarar?”, pregunta Zerón, mientras una persona le ordena a El Terco que se ponga de pie. Lo hace con dificultad. De frente a quien le dio la orden, éste empieza a fotografiar al presunto delincuente con un teléfono celular.
“¿Por qué tienes lastimada la rodilla?”, pregunta Zerón. Rodríguez Salgado se deja caer en un asiento, agacha la cabeza.
“Dime, nadie te va a hacer más nada”, le garantiza el entonces jefe policiaco al presunto delincuente, que estira el cuello hacía atrás y se le oye decir: “Tus chavos que me aventaron”.
El jueves pasado, el gobierno mexicano formalizó su petición de extradición al gobierno de Canadá, donde presuntamente el exjefe policiaco fue localizado.
El director de asuntos jurídicos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) le envió al director de procedimientos internacionales, Rubén González Bermúdez un oficio en el que se pide al gobierno de Canadá “la solicitud de detención provisional con fines de extradición internacional formulada en contra del señor Tomás Zerón de Lucio, por su probable intervención en la comisión de hechos que la ley señala como los delitos de tortura, desaparición forzada de personas y contra la administración de justicia”.
La semana pasada Excélsior publicó información relacionada con la verdad verdadera que se estaba conformando a partir de las investigaciones que realiza la Unidad Especializada en Investigación y Litigación del Caso Ayotzinapa (UEILCA) de la Fiscalía General de la República (FGR), con lo cual empiezan a echar por tierra la llamada verdad histórica con las que el gobierno pasado dio por cerrado el caso de la desaparición de los 43 normalistas, ocurrida entre el 26 y 27 de septiembre de 2014.
La verdad histórica
El arranque de la conferencia de prensa, el 27 de enero de 2015, donde el entonces procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, acuñó la frase de verdad histórica como el fin de la investigación de la desaparición forzada de los normalistas en Iguala, Guerrero, empezó precisamente con la presunta declaración de Rodríguez Salgado, que había hecho, según el expediente el 14 de enero de 2015, es decir, 13 días antes y con la exposición de Zerón de Lucio:
“El 15 de enero de 2015, elementos de la Policía Federal en coordinación con personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, detuvieron a Felipe Rodríguez Salgado, conocido como El Terco o El Cepillo…” En realidad solamente fueron policías federales los que lo detuvieron, según el reporte policial, del 16 de enero.
Ahí Zerón acusó a El Cepillo. Dijo que era jefe de sicarios de la banda criminal Guerrero Unidos y que estaba coludido con el subdirector de la policía municipal de Cocula, César Nava González.
El día de la verdad histórica, Zerón dijo “esta detención ha sido clave dentro de la investigación, no solamente porque todos los testimonios lo señalan como quien dirigió la operación, conduciendo a las víctimas hasta el basurero, interrogándolas y dando la orden de ejecutarlas e incinerarlas; sino porque él mismo confiesa su participación, corroborando los hechos narrados previamente por sus cómplices”.
En una carta que el defensor de oficio que patrocinó a El Cepillo a partir del 16 de enero de 2015 envió a la CNDH, refiere que Rodríguez Salgado fue detenido el 14 de enero entre las 10 y las 11.30 del día. Que fue interceptado por policías federales y acusado de llevar mariguana. El defensor de oficio, con base en un estudio médico, refiere que El Cepillo fue objeto de “abuso de autoridad y tortura”, antes de llegar al escenario del video que reveló ayer Ciro Gómez Leyva.
Ya cuando la verdad histórica se había incrustado en la percepción de parte de la sociedad y en otra era una frase de repudio, la CNDH entró en acción y estuvo con Rodríguez Salgado.
En su relatoría de hechos a la CNDH, el presunto integrante de Guerreros Unidos dijo que al ir caminando hacia su casa… observó unas camionetas color azul con el logotipo de la Policía Federal, de las que se bajaron dos o tres elementos de esa corporación, quienes le gritaron que se tirara al piso, una vez ahí lo esposaron y le cubrieron el rostro con su playera, luego le preguntaron que si él… que después lo subieron a una camioneta de doble cabina, en el asiento trasero al conductor, custodiado por dos policías federales, quienes lo trasladaron a un lugar que desconoce dónde se ubique, como a dos horas de donde lo detuvieron y en el trayecto los policías que los custodiaban le preguntaron que si conocía dónde estaban los normalistas… a lo cual les respondía que lo ignoraba… que no se hiciera pendejo que sí sabía de lo que le estaban hablando… que cómo no les decía lo que ellos querían, un policía federal lo golpeó tres veces con su casco en la cabeza… que le enseñaron una fotografía… que dijo que sabía quién era, pero que no tenía trato con él, volviéndole a pegar como cuatro o cinco veces más con el casco en la cabeza, fue entonces que le dijeron “vete haciendo memoria, porque ahorita que lleguemos vas a ver lo que es bueno”.
En el mismo documento de la CNDH, El Cepillo relató cómo él y quienes lo capturaron llegaron a una casa, que llevaba rostro cubierto con su misma playera. Ahí, un policía, dijo, lo cacheteó. Le tomaron fotografías. Lo volvieron a cachetear y le decían que cooperara.
Ahí estuvo unos 15 minutos aproximadamente. Después lo sacaron de ahí, lo subieron a una camioneta y lo trasladaron a otro lugar, como a 20 minutos del anterior, donde lo metieron a un cuarto semioscuro, en el que un policía cortó cartucho y le puso una pistola en la cabeza amenazándolo para que dijera lo que sabía, porque si no lo iba a llevar con los militares.
Procurador federal lo visitó, asegura el Cepillo
“Asimismo, lo amenazaron con matar a su familia si no cooperaba, fue entonces que tuvo que aceptar decir lo que querían que manifestara…”, se lee en el documento de la CNDH.
Declaró ante el visitador del órgano autónomo que con el rostro cubierto lo subieron cargando a una camioneta, porque no podía caminar después de haberlo maltratado, y lo llevaron las oficinas de la SEIDO en el Distrito Federal (Ciudad de México) —en todo caso donde se filmó el video presentado por Ciro Gómez Leyva—, y que en el trayecto los policías que lo escoltaban le dijeron “que aceptara todo, que dijera que él había dado la orden de matar a los normalistas”.
Aunque Rodríguez Salgado dijo entonces no recordar cómo llegó a la SEIDO, ya en las instalaciones federales “lo pasaron a una oficina o sala de juntas, le descubren el rostro, lo sientan en una silla, que había de 10 a 13 personas, entre ellas como tres policías diferentes a los que lo detuvieron, además precisó que lo visitó el procurador General de la República, quien le dijo que…pero el agraviado como que se espantó al recordar lo que le había manifestado y ya no quiso continuar, refiriendo que si lo decía iban a matarlo a él y a su familia”.
Según El Cepillo, una vez que el procurador se fue, alguien volvió a preguntar a dónde se habían llevado a los estudiantes y al contestar que no sabía, un policía lo golpeó en las costillas con el puño cerrado.
“Posteriormente, se le acercó una persona vestida de traje y le preguntó que si iba a decir cómo fueron los hechos de los normalistas…” Le mostraron fotografías y videos —que es la escena que se ve en el video presentado por Gómez Leyva, donde Zerón de Lucio le aseguró a El Cepillo: “sí, pero, te estás haciendo bien pendejo…”
La ONU-DH México condena el trato
Por otra parte, la ONU-DH México aseguró, a través de su cuenta de Twitter, que: “ONU-DH México @ONUDHmexico La ONU-DH condena el trato de las autoridades al señor Rodríguez durante el interrogatorio, el cual puede ser calificado como #tortura. El uso de la tortura en interrogatorios está totalmente prohibido (https://bit.ly/3h0w7eZ)”.
La semana pasada Excélsior publicó información relacionada con la “verdad verdadera” que se estaba conformando en la Fiscalía General de la República a partir de las nuevas investigaciones, que echaban por tierra la llamada verdad histórica con las que el gobierno pasado dio por cerrado el caso de la desaparición de los 43 normalistas, ocurrida hace casi 6 años.
En el video de este día se ve y escucha a Zerón de Lucio, paseándose frente al detenido, con una gabardina o abrigo largo y diciendo: “Vamos a empezar… dime todo que sepas de los estudiantes… La primer mentira que me digas se acabó el tema y empezamos”.
“EL CASO ZERÓN ES ASUNTO DE ESTADO”
El proceso de extradición de Tomás Zerón para que haga frente a los señalamientos de tortura, desaparición forzada, alterar la escena de crimen, pérdida y ocultamiento de pruebas en el caso Ayotzinapa es un asunto de Estado, que tiene como objetivo esclarecer lo ocurrido en 2014, advirtió la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez.
La funcionaria dio a conocer que, en el interés por lograr traer de vuelta al extitular de la extinta Agencia de Investigación Criminal de la entonces PGR, quien ha sido ubicado en Canadá, ya dialogaron con el embajador Graeme C. Clark para hacerle de su conocimiento el proceso que ha emprendido nuestro país, a través de la FGR y la cancillería mexicana.
“Éste es un tema del Estado mexicano, no es un tema del gobierno de la República, no es un tema del Poder Judicial, no es un tema de la Fiscalía, no es un tema del gobierno de Guerrero, del municipio de Iguala, no.
“Éste es un tema de Estado, en donde el Estado mexicano tiene que dar una respuesta a los padres de estos 43 jóvenes”, precisó.
Sobre el video que se dio a conocer ayer en el que Zerón de Lucio encabeza un interrogatorio a Felipe Rodríguez Salgado, alias El Cepillo, uno de los acusados por la desaparición, la secretaria evitó acusar de forma directa al exfuncionario federal de tortura, dijo que eso le corresponde a la FGR, que busca, a partir de la ficha roja de Interpol, su detención y posterior extradición a nuestro país.
Sobre ello, el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, quien encabeza la Comisión para la Verdad y la Justicia en el caso Ayotzinapa, descartó algún riesgo en la investigación actual si Tomás Zerón es extraditado y declara en torno a la llamada verdad histórica.
Nota tomada de excelsior.com.mx