La pandemia mundial de COVID-19 ha obligado a posponer ‘sine die’ numerosas bodas previstas para estos pasados meses de confinamiento. Con la vuelta paulatina a la normalidad, una pareja italiana ha logrado celebrar en Vergato (Emilia-Romaña) un enlace que será difícil de olvidar: 31 invitados han acabado en aislamiento después de que la novia haya dado positivo en coronavirus.
La ceremonia civil fue oficiada por el vicealcalde de este municipio de poco más de 7.600 habitantes, Stefano Pozzi, hace unos días: “Durante el enlace nos encontrábamos todos a la distancia adecuada, no más de una decena de personas. Estábamos otro trabajador y yo, los esposos, los testigos y, sentados mucho más atrás, los padres”.
Después, la celebración continuó en un recinto privado. La novia, procedente de la región del Véneto, trabaja como sanitaria en un centro de la provincia y, en los días posteriores al enlace, tuvo que someterse a una prueba como parte de una actividad de seguimiento y el resultado fue positivo.
El Departamento de Sanidad Pública reaccionó de forma inmediata al resultado y puso en aislamiento a 20 de los invitados a la boda que provenían de la zona de Treviso, según explicó el propio gobernador del Véneto, Luca Zaia. Otros once amigos de la pareja están en cuarentena en Bolonia.
Hasta el momento, el positivo de la novia no ha tenido repercusión en la actividad del centro sanitario donde trabaja.