Rápido y Furioso, nuevo distractor
Por: Enrique Aranda
Urgido a ubicar nuevos referentes de supuestos o reales “escándalos” imputables a sus opositores —neoliberales, conservadores o fifís— que permitan desviar la atención popular hacia temas ajenos a la crisis sanitaria y económica detonada por el COVID-19 —“que ni ha sido domada ni cuya curva acaba de ser aplanada…”— Andrés Manuel López Obrador parece dispuesto a retomar el operativo encubierto Rápido y Furioso que activó la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) norteamericana, entre 2009 y 2011, amenazando exigir información y una disculpa, incluso, a la Casa Blanca.
Hablamos del operativo que, con objeto de ubicar la red de traficantes de armas que abastecen a cárteles mexicanos, diseñó la ATF, consistente en dejar pasar miles de armas dotadas por un chip que permitiera rastrearlas y
sobre el que, en un momento dado, se perdió control
y derivó en el uso de algunas de aquellas en el asesinato del agente Brian Terry, en diciembre de 2010, y de Jaime Zapata, en marzo de 2011, hechos que activaron una investigación del Congreso estadunidense y llevó a interrogar a funcionarios del Departamento de Justicia, el procurador Eric Holder incluido quien, tras negarse a responder en plena comparecencia y atender pedidos de información puntual, fue imputado por desacato y debió ser “cubierto” por el mismísomo presidente Barack Obama, en uso de su llamado “privilegio ejecutivo”. Fue entonces, sólo entonces, que el gobierno de México se enteró del operativo; esto es, ni lo consistió ni, menos, lo permitió, aunque sí, en su momento, pidió información sobre el particular. Recuerdo, incluso, haber conversado sobre el punto con el titular de la PGR, entre septiembre de 2009 y marzo de 2011, el panista Arturo Chávez Chávez, quien, enfáticamente, me confirmó que teniendo una buena relación institucional con su par norteamericano, Holder, éste jamás le mencionó ni hizo referencia alguna al operativo que nos ocupa.
A la vista esto, entonces, valdría considerar que si en aquel entonces lo hizo de manera unilateral y explícitamente “encubierta”, bien podría estarlo haciendo ahora. ¿O (ahora) no?…
Extracto de Excélsior