La cantante reconoció que su primer embarazo le está resultando un poco más complicado de lo previsto por culpa de las restricciones de movimiento ligadas a la crisis del coronavirus.
Katy Perry ha insistido a lo largo de sus últimas apariciones públicas en que está atravesando un proceso de gestación, el primero para ella, relativamente tranquilo y por supuesto muy ilusionante, ya que la llevará a debutar en la maternidad este mismo verano junto a su futuro marido Orlando Bloom.
Sin embargo, durante su aparición este miércoles en el programa matutino Good Morning America, la estrella del pop reconoció abiertamente que, al igual que le ocurre a otras muchas embarazadas, satisfacer sus antojos más repentinos no resulta precisamente fácil ni aconsejable como consecuencia de las restricciones de movimiento ligadas a la crisis del coronavirus, y todo ello pese a las atenciones constantes que le dedica su prometido.
“Obviamente, ya no se puede ir directamente a la tienda cuando te apetece algo. Es como: ‘¿De verdad necesitas esa sandía, de verdad necesitas esa naranja o ese pepinillo? ¿De verdad quieres arriesgar tu vida por un pepinillo?'”, ha expresado sobre la necesidad de limitar al máximo las salidas a la calle y permanecer todo el tiempo posible en casa.
En cualquier caso, la artista californiana se siente muy “agradecida” por todo lo bueno que tiene en su día a día, que evidentemente es mucho, y trata de analizar el futuro con un gran optimismo habida cuenta de los cambios tan positivos que le esperan de aquí a unos meses en lo que respecta a su vida familiar con el actor británico. “Las cosas van muy bien dentro de lo que cabe, me siento muy agradecida por todo lo que tengo y me tomo las cosas paso a paso”, explicó en su entrevista por videollamada.
Nota tomada de quien.com