El coronavirus no es la primera batalla que ha librado Christian Chenay.
El doctor francés, a sus 98 años, ha sido testigo de otras epidemias como la gripe española o el tifus a lo largo de su vida, y afronta este nuevo virus con fortaleza y determinación, dispuesto a seguir ejerciendo la profesión a la que se dedica desde hace siete décadas.
A pesar de que, por su edad, Chenay es una persona con alto riesgo, desde el primer momento en el que llegara el Covid-19 a su región decidió seguir trabajando. No obstante, tras un incidente con dos pacientes que le exigieron mascarillas de forma agresiva, tuvo que cerrar temporalmente la consulta.
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Christian Chenay, el médico de 98 años que hace consultas virtuales para seguir atendiendo en tiempos de coronavirus
Su hijo, también médico, ya se ha retirado, pero él insiste en seguir ejerciendo como lo ha hecho durante décadas.
No contempla la posibilidad de dejar de atender a sus pacientes, aunque muchos ni siquiera paguen las facturas.
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En el caso de precisar la asistencia en un centro de salud o en un hospital, también se podrá usar el coche.Imagen de recurso de un médico.Pixabay/valelopardo
El coronavirus no es la primera batalla que ha librado Christian Chenay. El doctor francés, a sus 98 años, ha sido testigo de otras epidemias como la gripe española o el tifus a lo largo de su vida, y afronta este nuevo virus con fortaleza y determinación, dispuesto a seguir ejerciendo la profesión a la que se dedica desde hace siete décadas.
A pesar de que, por su edad, Chenay es una persona con alto riesgo, desde el primer momento en el que llegara el Covid-19 a su región decidió seguir trabajando. No obstante, tras un incidente con dos pacientes que le exigieron mascarillas de forma agresiva, tuvo que cerrar temporalmente la consulta.
Posteriormente, tuvo que ponerse en cuarentena al presentar síntomas relacionados con el coronavirus. “Si hubiera mantenido mi cirugía abierta, habría sido un laboratorio para el virus, un semillero de infecciones”, declaró el doctor a la agencia ‘Reuters’. Ahora, lejos de abandonar a sus pacientes, continúa las consultas de forma virtual.
Chenay vive en Chevilly-Larue, un suburbio de París donde, según asegura en una entrevista con un emisora local, antes habían doce médicos por 12.00 habitantes, y “ahora hay 19.000 y solo quedamos tres”. Ante esta situación y con un sentido de la ética inquebrantable, el médico francés no contempla la posibilidad de dejar de atender a sus pacientes, aunque muchos -personas con bajos ingresos e inmigrantes- ni siquiera paguen las facturas.
“Tengo el 30% de las facturas impagadas en mis consultas, puedo permitírmelo porque también tengo una pensión de médico y estudios superiores”, dice Chenay al mismo medio.
Frustrado por la poca preparación que asegura tiene Francia para afrontar esta pandemia, lucha por atender al mayor número de personas posible, a pesar de la impotencia que confiesa sentir estos días. “No hay tratamiento, no tenemos forma de saber quién está enfermo y quién no y no podemos aislar a los pacientes”, lamenta a la agencia de noticias con sede en Reino Unido.
Ahora, desde casa, la brecha tecnológica no parece ser un problema para éste doctor, cuyo hijo -también médico-, se ha retirado antes que él. Mediante llamadas telefónicas y consultas virtuales a través de Internet, Christian Chenay da un ejemplo de vocación y fortaleza en tiempos de coronavirus.
Nota tomada de 20minutos.es