Por:
Chano Rangel
16 de noviembre de 2020
¡Las batallas que no se ganan!
Una verdad de Perogrullo, sería decir que “aquella batalla que no se gana se pierde” el filósofo de Güemes, lo ejemplifica mejor, pero ese sería otro tema largo de tratar. Los más grandes generales y estrategas desde la época de los chinos, mongoles, romanos, galos, bárbaros, hispanos, persas, británicos, han tenido para acentuar su grandeza, la necesidad de la conquista, bajo el mando de las armas.
Antes de ahondar, en el tema, primero veremos que es la batalla y que es la guerra, según el diccionario son: Batalla, enfrentamiento entre dos ejércitos y Guerra, es un enfrentamiento entre dos países o más.
Las claves para ganar en la guerra y las batallas, según los eruditos de la materia son la estrategia y el desgaste; la mejor guerra es aquella que se gana desde la mesa.
Hace más de 2500 años, en la antigua China, Sun-Tzu el autor de “El Arte de la Guerra” argumentaba que debíamos escoger muy bien a nuestros enemigos y nuestras batallas, porque no podemos ganar todas, pero una vez dentro de la batalla se deberá luchar hasta el final. Pero no se pretenda luchar todas, porque se estrellan.
En otro texto, Maquiavelo, nos dice en El Príncipe, que hay que tener siempre un enemigo, y si no, pues hacerse de uno, para que nos marque el paso y sea el contrapeso de nuestro andar, pero siempre procurar que este enemigo, sea más inteligente que nuestros amigos.
Parece que en más de 2500 años, poco o mucho ha cambiado la cosa, la política sigue siendo el arte y el origen de todas las guerras, no así de las batallas, que algunas se libran al amparo del poder y detrás de un escritorio.
En México, las batallas las libramos a diario, desde el púlpito de las desgracias, un día sí y otro también, se denosté y se denigra a los adversarios políticos, como si se tratara de una pelea callejera, y en el fondo no son más que bombas de humo que ocultan la verdad.
Pero hay más ejemplos en lo corto de batallas emprendidas, muchos personajes en Tamaulipas, han emprendido batallas contra molinos de viento, lucha para ganar la nada, simplifican en sí mismos, la banalidad de la política moderna, salvo honrosas excepciones.
En las últimas semanas, hemos observado, como personajes que no fueron hechos, ni preparados para la batalla, pretenden competir en una elección municipal, congresal y de renovación del congreso federal.
Desde Reynosa a Tampico, y de Nuevo Laredo a Matamoros, la moneda está en el aire, y aún los partidos están en el proceso de selección, negociación y acuerdos, para salir a la lucha electoral. Pero mucho tendrían que analizar aquellos, que pretenden competir, sin una plataforma, sin una idea y solo por el hecho de ser amigo o compadre de algún personaje del poder.
Las batallas no se ganan con saliva, con decir “yo soy el bueno”, para ganar se requiere estrategia, se requiere tener cuando menos la experiencia de conocer tu ciudad, de saber cómo llegar a tu casa de regreso de algún sector apartado, pero vemos como la sonrisa de oreja a oreja, se deja ver a personajes fuereños que de repente, sienten mucho por una ciudad.
En este sentido, también debemos reconocer, que muchos personajes no nacidos en Tamaulipas, han hecho su vida en este rincón de la patria, y mis respetos para todos ellos, que han elegido a nuestro estado, para hacer su vida y esos se han ganado el derecho a competir como tamaulipecos.
Pero algunos aún no se definen si son regiomontanos o tamaulipecos, texanos o mexicanos, porque solo cuando vieron la oportunidad de la política se sintieron con el amor profundo por esta tierra y sus municipios. Porque antes fueron incapaces de arriesgar su futuro económico y político.
La contienda la ganara el de mejor estrategia, el de mayor trabajo, el de la experiencia ganada con esfuerzo, y aquel que la población identifique como su par. La guerra se gana en el momento, no antes ni después, pero nunca la ganaran, quienes no están preparados para vencer, muchos menos aquellos que no se convencen, ni así mismos.
Al tiempo
De Aquello y lo demás…
Esta semana, se cumplió una petición ciudadana en Reynosa, la del retiro de la vía pública de autos chatarra o que su vida útil había llegado a su fin.
Con la participación del ayuntamiento, y con el respaldo ciudadano, la alcaldesa Maki Ortiz, giró instrucciones, para que este tipo de focos de infección, de contaminación visual, además se ser factor de propagación de plagas, sea retirado de calles y lugar públicos de la ciudad.
La medida es extraordinaria y era un clamor ciudadano, porque mire ya muchas avenidas, habían sido invadidas por talleres mecánicos, yonkes y todo tipo de unidades estaba motrices en desuso estaban y generaban serios problemas de salud pública.
Sin menospreciar la actividad económica, a la que tiene derecho cada individuo, si es preciso reconocer, que ya hacía falta una limpia de esta naturaleza en la ciudad más grande de Tamaulipas.
chanorangel@live.com.mx