Los líderes de la Unión Europea comenzaron este viernes con poco optimismo y con posturas muy encontradas la cumbre que el presidente francés, Emmanuel Macron, calificó este viernes como la del “momento de la verdad”.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE estarán reunidos a priori el viernes y el sábado para tratar de cerrar un plan de recuperación de hasta 1,85 billones de euros que saldrían del presupuesto comunitario para 2021-2027 y de un fondo de recuperación financiado con la emisión de deuda conjunta.
“Es un momento de la verdad y de la ambición para Europa. Estamos viviendo una crisis inédita en el plano sanitario pero también económico y social, que requiere mucha más solidaridad y ambición”, consideró Macron en declaraciones en Bruselas antes de comenzar la cumbre.
La gravedad de la situación fue corroborada por el presidente del Parlamento Europeo (PE), David Sassoli, quien reclamó este viernes a los líderes “responsabilidad” para que el acuerdo “no se posponga”, ya que esto se podría traducir en una “nueva tormenta en la escena europea”. “Sería una catástrofe para todos”, afirmó Sassoli en rueda de prensa tras su intervención en el Consejo Europeo, que este viernes comienza en Bruselas.
“Negociaciones muy difíciles”
Los llamamientos al acuerdo y a la responsabilidad de algunos líderes, entre ellos el presidente español Pedro Sanchez, quedaron eclipsados con la realidad que puso encima de la mesa la canciller alemana, Angela Merkel, a su llegada al Consejo Europeo: “espero unas negociaciones muy difíciles”. Merkel destacó que las diferencias siguen siendo muy grandes y, aunque el acuerdo sería deseable a su juicio, dijo no poder predecir si se conseguirá.
“Hace falta mucha capacidad de compromiso por parte de todos para lograr algo que sea bueno para Europa y para las personas de Europa, en vista de la pandemia, y para dar respuesta a las dificultades económicas con las que nos encontramos”, afirmó la canciller.
Reticencias de los países “frugales”
El principal escollo será superar las reticencias que plantean principalmente Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca.
El primer ministro holandés y líder de los países denominados “frugales”, Mark Rutte, dejó claro que no es optimista sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo este fin de semana e instó a “concretar las reformas” como condición para negociar y respaldar un fondo de reconstrucción pospandemia basado en “subvenciones”.
Rutte advirtió de que “solo estará de acuerdo con las subvenciones, si se concretan las reformas”, una exigencia que ya aseguró haber trasladado a los líderes del Sur de Europa.
Otro líder de los “frugales”, el canciller austríaco, el conservador Sebastian Kurz, se mostró en cambio “muy optimista” sobre las perspectivas de un acuerdo, pero “si no en esta cumbre en la próxima”, apuntando a una posible nueva reunión en dos semanas, ya que no ve “insuperables” las diferencias que persisten.
En cuanto al fondo de reconstrucción, Kurz dijo que Austriadesea “redimensionar” de volumen (de actualmente 750.000 millones de euros) sobre todo en el ámbito de las transferencias directas no reembolsables, que por el momento están propuestas con 500.000 millones de euros.
Conte y Sánchez instan a los 27 a ser constructivos
Frente al líder holandés, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, instó a los mandatarios de los 27 países de la UE a ser constructivos y a llegar a un acuerdo en el Consejo Europeo, que calificó de “histórico” por lo inédito de esta crisis del coronavirus, al tiempo que advirtió contra la posibilidad de imponer duras condiciones o vetos por parte de otros estados miembros.
Sánchez insistió en que todos los líderes están convocados en Bruselas para conseguir un “buen acuerdo” para los europeos, que están sufriendo en primera persona las consecuencias del coronavirus, tanto las sanitarias, como las económicas y sociales.
En la misma línea de Sánchez, el primer ministro italiano,Giuseppe Conte, dijo ser consciente de las diferencias existentes, pero confió en que se superen: “estoy convencido (…) no en interés de Italia y de los italianos, que han sufrido mucho, sino en interés de todos los ciudadanos europeos”. “La línea roja italiana es que la respuesta sea adecuada y efectiva, es decir, que se pueda realizar”, afirmó Conte a su llegada al Consejo Europeo.
Un pacto para “salir de esta crisis más fuertes”
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, alertó a su llegada a la Cumbre de que “no podría haber más en juego” para Europa y su futuro. “Si lo hacemos bien, podemos salir de esta crisis más fuertes”, recalcó Von der Leyen minutos antes de que comenzara el primer Consejo Europeo presencial desde que se inició la pandemia de coronavirus.
Von der Leyen consideró que con el presupuesto europeo y el fondo de recuperación propuestos “no solo tenemos la oportunidad de superar la crisis, sino de modernizar nuestro mercado interior y nuestra unión para sacar adelante nuestro pacto verde europeo y la digitalización”.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, reconoció que la negociación que comienza hoy será “muy difícil”. “No es solo sobre dinero, es sobre personas, sobre el futuro europeo, sobre la unidad. Estoy convencido de que con coraje político será posible conseguir un acuerdo”, subrayó el político belga.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE estarán reunidos a priori este viernes y el sábado para tratar de cerrar un plan de recuperación de hasta 1,85 billones de euros que saldrían del presupuesto comunitario para 2021-2027 y de un fondo de recuperación financiado con la emisión de deuda conjunta que podría rondar los 750.000 millones de euros.
Nota tomada de 20minuto.es