El polémico rapero Kanye West, que recientemente ha anunciado su candidatura a la presidencia de EE.UU., ha revelado que ya no apoya al actual mandatario del país, Donald Trump, al que había defendido fervientemente, y que ha tenido coronavirus el pasado mes de febrero.
En una amplia entrevista con la revista Forbes, también ha explicado su creencia de que el sistema de planificación familiar de EE.UU. es obra de los supremacistas blancos.
“Estoy hablando con expertos, voy a hablar con Jared Kushner -el yerno de Donald Trump-, con la Casa Blanca, con (Joe) Biden”, ha dicho West sobre su candidatura a la Presidencia, de la que habla convencido pese a no contar con ningún tipo de estructura para desarrollar una campaña electoral.
Sus asesores, afirma, son dos personas que ya han mostrado apoyo a esta ambición en el pasado: su mujer, la socialité Kim Kardashian y el polémico empresario responsable de Tesla, Elon Musk, con quien dice que ha estado hablado de su candidatura “durante años”.
El eslogan de su campaña será “YES!”, y como candidata a vicepresidenta ha elegido a Michelle Tidball, una controvertida predicadora de Wyoming, el mismo estado donde West ha establecido un enorme rancho al que escapa de cuando en cuando.
El particular nombre de su formación política, “Birthday Party” (El Partido del Cumpleaños), lo ha escogido porque: “cuando ganemos, será el cumpleaños de todo el mundo”, ha añadido.
“Dios me dio claridad y me dijo que es el momento”, explica sobre su decisión de presentarse en 2020, y no en 2024, como había dicho inicialmente. Y ante los que cuestionan su salud mental, tras haber sufrido una “emergencia psiquiátrica” en 2016, apunta: “Estaba ahí fuera, acabé en el hospital, y la gente me está llamado loco, pero no estoy loco”.
La entrevista también destapa que parece que a West, que en el pasado se había mostrado a favor de Trump y con quien llegó a reunirse en el Despacho Oval, se le ha pasado la fiebre por el Presidente.
“Me parece que es un todo un caos”, dice el músico sobre Trump, destacando el momento en el que el mandatario se tuvo que refugiar en un búnker de la Casa Blanca por las protestas contra el racismo en Washington.
Sobre lo que él haría con el cargo más poderoso del mundo, ha señalado: “Cuando sea presidente, divirtámonos también. Superemos todas las conversaciones de racismo, empoderemos a la gente con 40 acres y una mula, demos terrenos, ese es el plan”.
Además, se posiciona en contra del aborto porque está “siguiendo lo que dicta la Biblia”, confiesa que no ha desarrollado un plan de política exterior aún porque está “centrado en proteger a EE.UU. primero” y dice que quiere acabar con la brutalidad policial, pero apunta a que “los policías también son personas”.
Pero quizá una de sus afirmaciones más rocambolescas en la entrevista es la de que tiene pensado basar la gestión de EE.UU. en la estructura de Wakanda, un país ficticio localizado en el África Subsahariana que aparece en los cómics de Marvel y que presentan como la nación más desarrollada y más avanzada tecnológicamente.
“Voy a usar la estructura de Wakanda porque es la mejor explicación de lo que nuestro equipo de diseño va a hacer en la Casa Blanca… (…) La cantidad de innovación que puede suceder, la cantidad de innovación en medicina… Vamos a trabajar, innovar, juntos”, asevera.
El rapero también detalla en la entrevista que ha sufrido coronavirus el pasado mes de febrero, y explica sus síntomas: “Escalofríos, tiritando en la cama, tomando duchas calientes, mirando vídeos de lo que se supone debía hacer para superarlo”.
Nota tomada de elmundo.es