La última actualización del proyecto dio a conocer que las compañías encargadas de estas labores tendrían un presupuesto de 5,210 millones de pesos anuales.
Las empresas ganadoras de una concesión para darle mantenimiento al Tren Maya obtendrán un importante negocio, pues podrán realizar estas tareas en un periodo de 30 años, durante el cual podrían obtener una derrama económica de 156,300 millones de pesos, de acuerdo con la última actualización del proyecto que realizó el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
Por lo tanto, las compañías que se encargarían de estos trabajos tendrían garantizados 5,210 millones de pesos anuales en promedio hasta el 2053, lo cual, en conjunto, representa una cantidad similar a la que costará la construcción total de la megaobra, de acuerdo con las proyecciones actuales del organismo.
Según el documento consultado por el diario El Universal, las compañías que liciten los trabajos para mantener el derecho de vía, incluyendo la plataforma, el sistema de drenaje, las estructuras de concreto, los túneles, edificaciones, instalaciones eléctricas de bajo voltaje y renovación de rieles, entre otras cosas, tendrán un presupuesto anual de 3,000 millones de pesos.
Para todos estos fines podrá contratarse a empresas especializadas en la prestación de cada uno de los servicios o, si se prefiere, buscar a firmas que puedan agrupar y realizar todas las tareas referidas.
Por otra parte, a la compañía que se encargue de la operación del Tren Maya dispondrá de un presupuesto de 66,300 millones de pesos durante 30 años, lo cual equivale a un monto promedio de 2,209 millones de pesos anuales.
Cabe destacar que en la actualización más reciente de la obra se aumentó de 1,440 kilómetros a 1,502 kilómetros la extensión de su recorrido, no obstante, esto no impactará en las partidas destinadas a la operación y mantenimiento del proyecto. Aunque el Fonatur sí reconoció que las modificaciones restaron su rentabilidad.
Al inicio de la obra se estimó un valor presente neto (VPN) en 206,600 millones de pesos y una tasa interna de retorno (TIR) del 21.2 por ciento. Sin embargo, en la actualidad se estima que el VPN será de 189,900 millones de pesos, mientras que la TIR bajaría a 19.6 por ciento.
A pesar de ello, los nuevos indicadores de rentabilidad del Fonatur indicarían que el proyecto seguiría siendo socialmente rentable, ya que el valor presente de los beneficios derivados supera a sus costos de inversión, operación y mantenimiento.
También es importante tener en cuenta que esta obra, una de las más relevantes para la administración de López Obrador, se encarecería debido a la presencia de cenotes y cavernas en el Tramo 4 de las vías, las cuales supondrían “una complicación técnica cuya solución involucraba un encarecimiento y plazo de la obra, y un riesgo durante la ejecución”.
Y es que según información oficial consultada por el mismo diario, la construcción de este transporte pasaría de los 139,084 millones que se tenían previstos a una inversión de 156,000 millones de pesos, es decir, casi 17,000 millones de pesos más.
Las modificaciones al presupuesto se realizarían en el trazo denominado Golfo 3, entre Izamal y Tulum, el cual tiene una longitud aproximada de 196 kilómetros. En este sitio se tendrían que agregar 61 kilómetros adicionales de la vía respecto al proyecto original para evitar estos terrenos.
Los cambios en las obras se tomaron debido a que reducirían riesgos, de acuerdo con un estudio de prefactibilidad realizado por Fonatur. En un sentido porque las nuevas zonas que serán atravesadas tienen un menor grado de karstificación, que es la descomposición de la roca caliza a causa del contacto con el agua, el clima, el tiempo o incluso las actividades humanas.
El segundo aspecto a través del cual se podrían reducir los riesgos es que la infraestructura de la autopista Mérida-Cancún, a unos cuantos metros de la línea ferroviaria, disminuiría la incertidumbre del comportamiento del terreno sobre el que se asentará el Tramo 4.
Nota tomada de Infobae.