Durante una mesa de reflexión sobre las problemáticas de la cultura, un par de investigadores señalaron que los creadores jóvenes tienen un panorama complicado debido al covid-19.
Al desarrollarse la primera mesa de reflexión del foro Problemáticas que afectan a los trabajadores de la cultura, como parte del programa El Sector Cultura tras la pandemia: reflexiones críticas, organizado por la Cátedra Internacional Inés Amor en Gestión Cultural de Cultura UNAM, se alertó sobre el olvido en el que se encuentran los creadores jóvenes durante la contingencia sanitaria.
“Los que se ubican en más de la mitad de la pérdida de sus ingresos son los jóvenes de 24 años, pero entre los de 25 a 39, se habló del 90 al 100 por ciento de pérdida de sus ingresos; el mayor reto para los jóvenes es la falta de recursos económicos de la población en general, eso hace difícil que la gente vaya a poder dedicar recursos que no tiene para atender a cuestiones culturales, tales como obras de teatro, funciones de música”, advirtió Julia Flores, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
Dentro de la mesa ¿Qué nos dicen las encuestas sobre el impacto del covid-19 en el sector cultural?, la especialista señaló que si no tomamos medidas inmediatas y significativas para mejorar la situación de estos grupos, “este coronavirus va a afectar durante décadas a toda la sociedad, sobre todo porque si bien el desempleo juvenil fue peor durante la crisis económica de 2008, esta va a dejar a los jóvenes sin instrumentos para su sobrevivencia”. Además, la doctora en Ciencias Sociales por El Colegio de México reconoció otro de los problemas que se plantean en nuestro país, donde se da por sentado que el compromiso de los trabajadores culturales con la realización de actividades tiene que ser gratuito y desarrollan su trabajo en las condiciones más desfavorables, porque se cree que “los artistas siempre han sido así”.
“Más que tomarse como algo ya dado tendría que investigarse qué es lo que hace que los creadores tengan que desarrollar su trabajo en las peores condiciones de vida. Hacemos un llamado para incorporar a las políticas públicas, a su diseño, a su ejercicio, a sectores amplios de la sociedad y tomar en cuenta a esto creadores en el diseño y ejecución de estas políticas públicas que les van a afectar directamente”, enfatizó Flores Dávila.
Por su parte, Enrique de la Garza, profesor visitante en la Universidad Autónoma de Barcelona y en la Universidad de Cornell, llamó a que la UNAM profundice este tipo de estudios, sobre todo con una mirada más clara sobre el trabajo creativo de los artistas, “porque me parece algo ambiguo hablar del trabajo cultural”. “Considero que estoy trabajando en algo cultural, mis investigaciones en ciencias sociales contribuyen, en mínima medida, en asuntos culturales sobre la visión de la sociedad o la visión del mundo”, dijo. Asimismo, se refirió a la importancia de discutir el lugar de los artistas populares, no dejar el análisis en la producción de artesanías, sino con el reconocimiento de su diversidad, con lo que piense en el arte como algo que está alejado del genio, como el resultado de un creador aislado.
“Se trata un trabajo de interacción inmediata, a veces cara a cara con su público, como el teatro en vivo, o en formas mediatas, como son los curadores, dueños de galerías, museos diversos, porque en estas interacciones también se construye la obra y sus significados, no simplemente en la soledad del creador”, añadió. Las actividades del foro continuarán con el conversatorio Pauperización de las condiciones sociales del quehacer cultura, en el que participarán Abril Alzaga, Luigi Amara, Sol Henaro y Boris Schoemann, con transmisión este miércoles, a las 11 horas, por el Canal de Youtube de la Cátedra Internacional Inés Amor en Gestión Cultural.