En 16 recorridos de vigilancia y 12 filtros carreteros que hizo la Profepa, se lograron asegurar más de cinco metros cúbicos de madera.
Ni la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19, frena las actividades ilegales de los talamontes en las alcaldías de Milpa Alta y Tlalpan en la Ciudad de México.
De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en 16 recorridos de vigilancia y 12 filtros carreteros, se lograron asegurar más de cinco metros cúbicos de madera en rollo y motoaserrada, tres vehículos, cuatro motosierras, cinco herramientas (ganchos troceros, hachas y palas) y 10 plantas conocidas como Pata de Elefante (Beaucarnea recurvata).
Las acciones realizadas a partir del 17 de marzo, contaron con el apoyo de elementos de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en los principales puntos carreteros donde se ha denunciado el transporte ilícito de recursos forestales, madera, tierra y hoja de monte, así como recorridos de vigilancia en las zonas arboladas de los Bienes Comunales de Milpa Alta, San Salvador Cuauhtenco y San Pablo Oztotepec en la Alcaldía de Milpa Alta y en San Miguel y Santo Tomás Ajusco en la Alcaldía de Tlalpan.
Como resultado de estos aseguramientos, se iniciaron seis procedimientos administrativos contra los responsables, de conformidad con lo establecido en la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable y en Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA).
Adicionalmente, con fundamento en la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable (LGDFS), los presuntos delincuentes ambientales podrán hacerse acreedores a una multa que va de 100 a 20 mil veces la Unidad de Medida y Actualización vigente, equivalentes a ocho mil 688 pesos y un millón 737 mil 600 pesos, así como al decomiso de los bienes utilizados en la comisión del ilícito, independientemente de las sanciones penales que resulten.