Dalia Lili Ruiz Jiménez quien habría de asumir oficialmente el cargo, inesperadamente, con la mesa puesta presentó su renuncia.
Estado de México.- ¡Erupción! en la Policía de Tránsito Volcanes. Estalló la corrupción y la caca llegó hasta Toluca. Amenazas de muerte generaron miedo, rabia e impotencia en la jefa de Servicios Dalia Lili Ruiz Jiménez quien la noche del pasado jueves 9 de abril, habría de asumir oficialmente el cargo, pero inesperadamente, con la mesa puesta, pero todo y todos en su contra: presentó su renuncia.
El motivo fue simple pero letal. Vía telefónica recibió una llamada amenazándola de muerte. En caso de que aceptara el cargo moriría. El mensaje era lapidario; le advertían conocer nombres y movimientos de cada uno de sus familiares. La fingida ceremonia de entrega recepcion, sólo fue una escenografía. Se canceló, mientras que, en Toluca, el general Sergio Hernando Chávez García, subsecretario de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM), guardó cobarde y cómplice silencio.
Con esta acción de poder e intimidación, quedó demostrado que llegue quien llegue a la región de los Volcanes, la ex jefa de Servicios Keyla Judá Rojas Rodríguez y sus “dos esposos” seguirán siendo los “padrinos” de la mafia policiaca que existe al interior del Agrupamiento Volcanes, el cual deja millonarias ganancias y, es ahí donde radica el interés de grupos de poder, situación que en Toluca la saben perfectamente, incluso el gobernador Alfredo del Mazo Maza, quien como es costumbre política, solapa este cochinero de donde sale dinero sucio para alimentar la política electoral que ya empieza en el último tercio de este año.
Pero a río revuelto, ganancia de pescadores y, ante esta situación que mantiene el cargo acéfalo, la policía Elia Eréndira López González, actual jefa del turno A, ya se afila las uñas. Presume que cuenta con los «méritos» suficientes para ejercer o comprar el cargo “cueste lo que cueste” para ser nombrada nueva jefa de Servicios, dado que ella, es dedo chiquito de la todo poderosa Keyla Judá.
Quienes ahí estuvieron aseguran que la llamada de amenaza en contra de la policía tercero, Ruiz Jiménez fue exacta y precisa. Tanto que, se canceló la citada entrega recepcion. El mensaje de texto era demoledor, advertía que de no “dejar la tabla” (dejar el cargo como se dice en el argot policiaco), la matarían, al fin que ya la tenían bien ubicada a ella y a su familia.
Ruiz Jiménez no lo pensó mucho. Se echó para atrás. Sabía que los mafiosos cumplirían sus amenazas, motivo por el cual quien sería la nueva jefa de Servicios se vio obligada a renunciar, a echarse para atrás, porque ella, más que nadie, sabe el alacrán que se echaba a la mano.
Ante esta jugarreta, quedó claro que el general Sergio Hernando Chávez García, subsecretario de la SSEM es el encargado de nutrir y alimentar la más escandalosa corrupción de que se tenga memoria en el estado de México, mientras que la titular, Maribel Cervantes parece que ni está enterada o simplemente es cómplice y coparticipe de las jugosas ganancias que deja la Policía de Tránsito adscrita al Agrupamiento Volcanes.
Quienes ahí estuvieron aquella noche del 9 de abril, dan fe de que, al filo de las 22: 00 horas la jefa de Servicios Dalia Lili Ruiz Jiménez se encontraba al interior del Agrupamiento Volcanes esperando el arribo de la anterior jefa Keyla Judá Rojas García, quien llegó a bordo de lujoso vehículo Camaro, color negro, placas de circulación PZM869C -de su propiedad-, el cual manejaba su otro «marido’, el sub Inspector Víctor Alejo Muñoz, ex subdirector Operativo Regional Ixtapaluca y actual coordinador del Grupo VIgiiantes Voluntarios (VIVOS), en Ecatepec.
El motivo de esa reunión era la entrega recepción del citado Agrupamiento Volcanes, dado que Keyla Judá había sido relevada del cargo la mañana del viernes 4 y, como se publicó en nota anterior, enviada como jefa de turno al Agrupamiento de Tránsito en Toluca, cuando su negro historial, era para enviarla a la cárcel.
Aquella noche todo transcurría normalmente, Dalia Lili y Keyla protocolizaban la entrega recepción del Agrupamiento Volcanes cuando de pronto «alguien» hizo llegar un mensaje de texto al teléfono celular de Dalia Lili a quien le advertían, entre otras cosas, que la matarían si no «dejaba la tabla», al fin que «ya sabían dónde vivía».
Por esta razón la entrega recepcion se canceló. De inmediato se informó a la sub oficial Alda Gisela López Ortiz, Coordinadora de la Policía de Tránsito del Valle de México, quien sólo dijo que «investigaría el caso».
Para nadie es desconocido que detrás de esta amenaza de muerte está la mano siniestra del ex policía estatal y municipal de Ixtapaluca José Alberto Altuzar Estrada, el otro «marido» de Keyla; así como jefas de turno, escoltas y escribientes que vienen trabajando en complicidad con Grúas Sedagro, San Pedro y Ramírez donde se afirma que Altuzar es pieza clave de este escandaloso y corrupto negocio donde están en juego intereses millonarios y en el cual también están implicados policías mañosas,
Todo esto es viejo, de todo están enterados tanto el general Sergio Hernando Chávez García, subsecretario de la policía estatal como la propia Maribel Cervantes Guerrero, quienes, tras separar del cargo a Keyla Judá Rojas Rodríguez, dicen en los Volcanes: “sólo cambiaron de vaca pero el estiércol es el mismo”.
De ahí que la mafia policiaca al interior del Agrupamiento Volcanes haya amenazado con matar a la entonces nueva jefa de Servicios
Dalia Lili Ruiz Jiménez, de quien trascendió en un principio había solicitado incapacidad médica, pero, días más tarde se conoció que está jefa policiaca había vaciado su oficina y renunciado a la institución el pasado día 10.
Para nadie es secreto de quiénes están detrás de dicha amenaza y comenzaron a surgir nombres de policías de tránsito que son cómplices de Keyla Judá, y aseguran que entre estas se encuentran las jefas de los turnos A y C, escribientes y allegadas a la ya citada Keyla, cuyos nombres serán dados a conocer en próxima nota.
Finalmente en torno de Altuzar Estrada, el otro «marido» de Keyla Judá se puede recordar que en el mes de octubre de 2012 uno de sus hermanos de nombre Ricardo Hernández Altuzar, quien era su «calambre» en Grúas San Pedro, fue detenido por agentes de la Fiscalía de Asuntos Especiales de la entonces PGJEM acusado de estar involucrado, junto con dos policías municipales de Ixtapaluca, en la ejecución de un agente de la policía ministerial, pero, esta es otra historia que pronto será publicada para refrescar la memoria del mañoso Altuzar, personaje siniestro que se ha enriquecido a través del negocio de Grúas San Pedro, Ramírez y Segazo que mantiene en complicidad con altos mandos de la SSEM.
Reporteros en Movimiento