Agencias
Según un nuevo informe del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, la población mundial alcanzará su punto máximo en 2080 con 10,300 millones de personas, y luego comenzará un declive que resultará en una disminución de 700 millones de habitantes para el año 2100. Este fenómeno marca un cambio significativo en las dinámicas poblacionales globales, influenciado principalmente por la disminución de la natalidad en las economías más grandes del mundo.
El estudio, titulado ‘Perspectivas de la población mundial 2024’, destaca que la tasa de fertilidad en China, por ejemplo, es actualmente menor que 1.4 hijos por mujer, un factor crucial en este pronóstico. A nivel global, la tasa de natalidad ha disminuido, con las mujeres teniendo en promedio un hijo menos que en 1990.
A pesar de la disminución de la tasa de mortalidad y el aumento en la esperanza de vida, que ahora promedia los 73.3 años a nivel mundial, se espera que más de la mitad de la población muera después de los 80 años hacia finales de la década de 2050. Este aumento en la longevidad también contribuye a un cambio en la composición demográfica global, con una población cada vez más envejecida.
Li Junhua, subsecretario general de asuntos económicos y sociales, señaló que una población mundial más baja podría ser beneficiosa desde el punto de vista ecológico, ya que implica “una presión ecológica más baja del impacto humano debido a un consumo agregado más reducido”.
El informe también menciona que 63 países, principalmente del mundo desarrollado como China, Alemania, Rusia y Japón, ya han alcanzado su pico poblacional, esperándose una reducción neta de población del 14 por ciento. En otros países como Brasil e Irán, se espera alcanzar el pico poblacional entre ahora y 2054, mientras que en 126 países, incluyendo India, Pakistán, Indonesia, Nigeria y Estados Unidos, ese pico no se prevé hasta la segunda mitad del siglo.
El fenómeno del envejecimiento poblacional será particularmente notable a finales de la década de 2070, cuando habrá más personas mayores de 65 años que menores de 18, y más ancianos (de más de 80 años) que lactantes menores de un año. En 50 países, la inmigración jugará un papel crucial para mitigar los efectos de una población en declive y envejecida, aumentando la tasa de natalidad y rejuveneciendo levemente la edad media de la población.