Agencias
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una alarma sobre un notable aumento en los brotes de cólera. Desde hace dos años, el resurgimiento de esta enfermedad ha afectado a 24 países, y algunos de ellos enfrentan una situación crítica.
Aunque la información aún es limitada, la OMS reveló que en 2022 los casos reportados duplicaron a los del año anterior y, en lo que va de 2023, el ascenso continúa a nivel mundial. Países como Afganistán, Camerún, República Democrática del Congo, Malawi, Nigeria, Somalia y Siria han tenido más de 10,000 casos sospechosos y confirmados.
El cólera, una infección intestinal, se dispersa a través de agua y alimentos contaminados con heces. Está vinculado principalmente al subdesarrollo, donde no hay acceso a agua potable ni adecuadas instalaciones de saneamiento. Además, fenómenos climáticos extremos, como inundaciones, sequías y ciclones, agravan la situación.
Debido a la creciente demanda de recursos para combatir la infección, el Grupo Internacional de Coordinación, encargado de las vacunas de emergencia, ha decidido administrar una única dosis en lugar de dos.
La OMS ha estado colaborando activamente, apoyando la vigilancia de la salud pública, gestión de casos, prevención, suministro de medicamentos y coordinación con aliados en el terreno. También ha hecho un llamado financiero global, solicitando aproximadamente 150,7 millones de euros para enfrentar la emergencia, además de liberar 15,6 millones de euros de su propio fondo de contingencia.