Agencias
La Unión Africana (UA) ha suspendido a Níger de todas sus actividades tras el golpe de Estado ocurrido el 26 de julio. Esta decisión fue comunicada por el Consejo de Paz y Seguridad (PSC) de la UA, que se pronunció en contra de cualquier reconocimiento al nuevo régimen nigerino, considerándolo inconstitucional.
En una reunión realizada en Adís Abeba, el PSC discutió las consecuencias económicas, sociales y de seguridad de enviar una fuerza militar a Níger. Aunque no se manifestó explícitamente a favor o en contra de la intervención militar, fuentes indican que el consejo rechaza el uso de la fuerza contra la junta que lidera el país.
Desde el golpe, la junta militar ha formado un gobierno transitorio y nombrado a un nuevo primer ministro. Han advertido que cualquier intento de intervención militar encontrará una resistencia fuerte.
La región se encuentra dividida respecto a las posibles acciones militares en Níger. Países como Nigeria, Benín, Costa de Marfil y Senegal han mostrado disposición para intervenir militarmente. Sin embargo, otros países vecinos, incluidos Mali y Burkina Faso, rechazan tal acción y sugieren que una intervención sería vista como una declaración de guerra.
El golpe en Níger fue liderado por el autodenominado Consejo Nacional de Salvaguardia de la Patria (CNSP), que anunció la destitución del presidente y la suspensión de la Constitución. A pesar de que la junta propuso una transición política de tres años, la propuesta fue rechazada por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao), que la consideró «inaceptable».