Cuatro jóvenes han sido ejecutados en relación con las protestas que estallaron en Irán hace cuatro meses, mientras que otras 18 personas han sido condenadas a muerte. Según grupos de derechos humanos, todos ellos fueron condenados en juicios tremendamente injustos.
Mohammad Mehdi Karami, campeón de kárate de 22 años, fue ahorcado el 7 de enero, solo 65 días después de su detención.
Según ha podido saber el servicio persa de la BBC, tuvo menos de 15 minutos para defenderse en el tribunal.
Su historia muestra cómo las autoridades de Irán utilizan farsas judiciales para infundir miedo en los manifestantes, que exigen la libertad y el fin del régimen clerical.