Agencias
Rusia se comprometió este martes a reducir la actividad militar en torno a Kiev tras las «significativas» conversaciones con Ucrania mantenidas en Estambul, aunque Estados Unidos puso en duda la «seriedad» de Moscú en esas negociaciones.
El viceministro de Defensa ruso, Alexander Fomin, dijo tras la reunión que «las negociaciones sobre un acuerdo de neutralidad y el estatuto no nuclear de Ucrania entran en una dimensión práctica».
En consecuencia, prosiguió, Rusia decidió reducir de manera «radical» su actividad militar en torno a Kiev, la capital del país, y en Chernígov (norte).
El jefe de la delegación rusa, Vladimir Medinksi, aseguró que las negociaciones fueron «significativas».
El negociador ucraniano, David Arakhamia, consideró que ahora existen condiciones «suficientes» para una cumbre entre el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y el de Rusia, Vladimir Putin.
Arakhamia pidió «un mecanismo internacional de garantías donde los países garantes actúen de forma análoga al capítulo 5º de la OTAN», que estipula que el ataque contra un país miembro de la alianza es una agresión contra todo el pacto.
Actos, no palabras
Pero Estados Unidos por el momento no ve que Rusia, que invadió Ucrania el 24 de febrero, haya dado pasos concretos hacia la paz con la exrepública soviética.
No he visto nada que sugiera que se esté avanzando de manera efectiva, porque no hemos visto señales de una seriedad real» por parte de Rusia, dijo el secretario norteamericano de Estado, Antony Blinken, en una conferencia de prensa en Marruecos.
El gobierno británico indicó por su lado que juzgaría la actitud de Putin y de su gobierno «por sus actos, no por sus palabras».
Las bolsas se mostraron menos escépticas y operaron con fuertes ganancias que llegaron a superar el 3% en Berlín y París.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dio inicio a las conversaciones de Estambul, en el palacio de Dolmabahce, reconociendo las «legítimas preocupaciones» de ambas partes, pero instándolas a «poner fin a esta tragedia».
El magnate ruso y propietario del Chelsea, Roman Abramovich, objeto de sanciones occidentales, también estaba presente, en tanto que intermediario.
Desde el inicio del conflicto, Putin exige la «desmilitarización y desnazificación de Ucrania», así como la imposición de un estatus de neutralidad para el país y el reconocimiento de que el Donbás (una región separatista prorrusa del este de Ucrania) y la península de Crimea (anexada por Rusia en 2014) ya no forman parte de Ucrania.